¡¡Hola a todos!!
Ahora quería hablaros de uno de los sitios más importantes de Madrid para los viajeros que deciden llegar a la ciudad de Madrid dejando de lado el tren, el avión o los coches. Se trata del Intercambiador de Transporte de la Avenida de América.
La estación de autobuses de Madrid, o también llamado el Intercambiador de la Avenida de América está situado en Madrid capital, en la misma calle o avenida que da nombre a esta estación. Después de la M30 se mete dirección a la Avenida de América y justo después de pasar un edificio bastante atractivo y bonito de color naranja coge una rampa hacia abajo y se mete dentro de la estación de la Avenida de América.
Visto desde el callejero, para que os hagáis una idea, el intercambiador de Avenida de América se encuentra al final de la misma calle, justo al comienzo de otra calle llamada María de Molina y otra calle que las separa a estas ambas llamada calle Francisco Silvela.
Por dentro, las instalaciones tienen un poco de todo, pero a mi parecer tienen más cosas malas que buenas. Se trata de un sitio claustrofóbico, por lo menos la zona de los túneles por donde acceden los autobuses, con unas cuantas rampas para abajo que parece que te metieras en las profundidades del infierno donde ves que los cristales del autobús están a un palmo de darse con la pared de los lados y donde parece imposible que un autobús pueda hacer alguna maniobra, pero sorprendentemente las hace.
Dentro hay como tres pisos donde los autobuses urbanos que llevan a los principales sitios turísticos de Madrid y barrios de Madrid y los autobuses que vienen del resto de España tienen su propia dársena para aparcar. Dentro la oscuridad es absoluta, es un sitio verdaderamente cerrado, claustrofóbico y fuera absolutamente de luz natural. Así que se encuentra iluminado por fluorescentes. Para quitar un poco la sensación de calor o de agobio de los humos del tubo de escape, hay muchos ventiladores en algunas de las columnas que desprenden humedad o vapor de agua lo que reducir un poco esa sensación, pero creo que no es muy eficaz.
La estación de tren dispone de ventanillas de venta de billetes, televisiones indicativas del lugar a donde se dirige ese autobús, cafetería, baño, escaleras mecánicas y la comunicación con el metro.
En mis viajes a Madrid no me ha quedado mayor posibilidad de ir a Madrid que en autobús, ya que el tren da demasiada vuelta pasando por Valladolid y he tenido que coger el autobús llegando a esta estación de autobuses.
Aspectos positivos
Entre las cosas positivas de estas instalaciones la verdad que no puedo decir muchas. Me gusta que tenga comunicación con el metro, es otra manera de viajar a otra parte de la ciudad que la verdad si intentas ir por la calle te pierdes y tardarías más de lo normal, con el metro tan cerca de los autobuses llegas enseguida a todos los lados. Otra parte positiva que veo de esta estación de autobús es que tienen pantallas de televisión en las dársenas indicándote a donde va ese autobús y si realmente ese es el tuyo, porque con tanto autobús igual es un lío. Una de las cafeterías que hay dentro de la estación está muy bien preparada, con comida y bebida de todo tipo que hace que la espera sea más amena o te puedas llevar algo a la boca.
Aspectos negativos
De los aspectos negativos la verdad que veo bastantes, empezando por la suciedad de los baños. Maldita la hora que se me ocurrió entrar a mear, que olor más repelente, olía a meado por lo menos de hace días, a reseco, bueno no quiero dar más detalles, la limpieza es bastante escasa, tanto en los baños públicos como en los pasillos.
La seguridad es prácticamente nula. Un día que llegaba yo de Vitoria de viaje veo como un hombre le pega una patada a otro porque le pilló in fraganti robándole la cartera, mi cara de susto era todo un poema. He visto muy pocas veces un vigilante de seguridad.
La cantidad de gente es otro aspecto negativo, pero eso es prácticamente imposible de evitar. El calor que hace dentro es horrible, y ese método de los ventiladores con vapor de agua no sirve para nada, hay incluso más humedad en el ambiente.
Incluso, la presencia de gente un tanto extraña es hasta incómodo, a mi no me resulta nada fiable andar por este establecimiento sin dejar de mirar mis pertenencias, estoy bastante a disgusto.
Conclusión
Por lo tanto, con todo lo que habéis leído os puedo decir que esta estación de autobuses es una de las que más odio de todo el país, no me gusta en general sus instalaciones. Me siento bastante incómodo dentro de ellas, con falta de seguridad, agobiado incluso hasta con miedo en algunas ocasiones. Siempre que he ido allí para volverme a mi ciudad estaba deseando que llegase la hora de sentarme en el autobús y estar a gusto sin nadie a mi lado y mis pertenencias seguras bajo llave debajo del autobús. Pero como es la única manera de comunicarme con Madrid, y por ahora es la más barata, seguiré utilizando esta hasta que inventen el tele-transporte.
Un saludo a todos.