Mi marido es un gran aficionado al golf, igual que mi cuñado. Por eso nos fuimos los dos matrimonios a pasar unos días al Ona Valle Romano Golf & Resort mientras las abuelas se quedaban con los nietos. Lo pasamos de cine. Yo pude acabar un montón de lecturas que tenía pendientes mientras mi hermana, mi marido y su marido jugaban al golf. Los veía desde la terraza de nuestro apartamento cuando se acercaban dando golpes a la pelota con los palos.
Nos dieron un apartamento con una gran terraza que tenía unas estupendas vistas al campo de golf. Veías un mundo verde que te tranquilizaba incluso más que mirar el mar. El apartamento estaba muy bien. Mi única queja fue que nos dejaron el menaje de cocina algo justo. Tuve que llamar a recepción para que nos trajeran más platos y algún mantel de tela a mayores. Yo quería usar manteles de papel, pero mi hermana es muy chic antigua y, si no tiene un mantel de tela en la mesa, no come.
A la piscina fui un día y no volví. Quedé horrorizada cuando vi a las mujeres musulmanas nadando vestidas. Me comentó una de las empleadas que los musulmanes con algo de dinero se alojaban en el Ona Valle Romano Golf & Resort cuando iban a sus países. Primero se dan unas vacaciones y luego cruzan el estrecho. No deberían dejar que se metan en la piscina vestidos.
Lo demás está bien. El apartamento tenía todo lo que necesitabas para sentirte como en tu casa. A mi hermana le gustó mucho que la cocina estuviera integrada en el salón. Yo hubiera preferido la cocina bien separada por una pared. Cada una tiene sus gustos. Odio las cocinas. Quitando esta desventaja y la de las mujeres que nadan vestidas, todas son ventajas. Por eso os recomiendo el Ona Valle Romano Golf & Resort, un complejo hotelero con apartamentos decorados con muebles nuevos.