Buenas a todos:
Esta pasada Semana Santa mi pareja y yo decidimos pasar un par de días en la ciudad de Valladolid, con la intención de conocer la ciudad un poco. La noche que pasamos en Valladolid, decidimos comer de tapas, influenciados por el hotel donde nos hospedamos que nos aconsejó varios de la zona antigua, entre ellos éste, La Sepia de Valladolid.
CARACTERÍSTICAS
La Sepia es el nombre de un bar bastante conocido de la ciudad de Valladolid. Disponen de varios establecimientos repartidos por la ciudad, entre ellos tres ubicados en la propia capital vallisoletana y uno que se encuentra en el Centro Comercial Río Shopping.
Fue fundado en el año 1974 y para la ciudad tiene fama por su especialidad de sepia a la plancha, entre otras muchas, pero en particular esa, la que da nombre al negocio.
El horario del local es de miércoles a lunes abriendo sobre las 12:00 del mediodía hasta las 15:30 aproximadamente para la hora la comida y de 19:00 a 00:00 aproximadamente para la cena. Cierra por descanso semanal los martes.
NUESTRA EXPERIENCIA PERSONAL
Después de probar varios bares de tapas de la ciudad de Valladolid, llegó el momento de probar La Sepia. Exactamente estuvimos en él para la hora de la cena, sobre las 21:30 horas aproximadamente. Elegimos entre todos sus locales repartidos por la ciudad el más cercano que se encontraba a nosotros en ese preciso momento, el que está al lado de la Plaza Mayor.
Nada más entrar nos encontramos que se trata de un local muy amplio y bastante luminoso. Dentro podemos encontrar una amplia barra con numerosos camareros atendiendo a la clientela.
Nosotros encontramos un par de taburetes que nos vinieron genial justo en la barra, al lado de los baños. Por cierto, los baños del local estaban de lo más limpio y eso que no había poca gente en el bar. Me refiero a que la afluencia debe ser alta y aun así los baños estaban bastante limpios.
La verdad es que nos atendieron en muy poco tiempo. Pedimos un par de mostos creo recordar y entre las tapas, la famosa sepia a la plancha y nos apeteció porque nos entró por el ojo las patatas bravas. De la sepia a la plancha pedimos media ración más que nada porque nuestra intención era probar las tapas de otros bares y no nos queríamos llenar en el primero de la noche.
La bebida nos la pusieron enseguida y las tapas tardaron un pelín más, pero en realidad muy poco tiempo. La sepia a la plancha tenía una pinta increíble. Venía cortada en pequeños trozos y estaba acompañada por una montaña de salsa que por el sabor parecía ali-oli. Con la tapa de las patatas bravas tuvimos un pequeño encontronazo pues nos las sirvieron heladas y es que en ese momento cuando las calentaron en el microondas, se ve que los plomos habían saltado.
Le informamos al camarero de que estaban frías y él no reaccionó del todo bien alegando que ya las había metido en el microondas y que estaban calientes. No hubo posteriormente unas disculpas, cosa que echamos en falta.
Quitando de lado la atención del camarero por ese pequeño matiz, el sabor de la sepia a la plancha estaba sensacional. La verdad es que estaba verdaderamente riquísimo. Las patatas bravas tampoco estaban nada mal aunque tengo que confesar que picaban un poco bastante y el mosto se nos quedó corto para pasar el picor.
Nos vino a costar alrededor de unos 8 euros con las bebidas. El precio de la media ración de sepia costaba 4,20 euros y las patatas bravas 2,30 euros. No nos pareció caro.
La ubicación del bar no puede ser mejor ya que se encuentra justo al lado de la Plaza Mayor y de numerosos atractivos turísticos de la ciudad.
Comentaros que hubo un pequeño matiz que no nos gustó nada de nada. Resulta que el cocinero le va pasando los platos desde la cocina a medida que se van pidiendo las tapas. Total que en una de ellas, el cocinero dejó el plato de la sepia tan de golpe que uno de los trozos salió despedido por la barra. Nosotros ilusos pensamos que ese trozo acabaría en la basura, ya que se salió despedido deslizándose por toda la barra, pero NO. Al llegar el camarero cogió el trozo de sepia y lo volvió a depositar dentro de la tapa. No nos pareció nada correcto.
A esa persona que iban a servir esa tapa no se le iba la vida en ese trozo que se cayó del plato y devolverlo a la tapa fue un gesto muy feo y poco higiénico por parte del camarero.
CONCLUSIÓN
La verdad es que la fama que tiene, la tiene ganada de sobra ya que las tapas que probamos estaban muy buenas pero hay pequeños matices como el que os acabo de contar que sobran, y más de cara al público.
Volvería a repetir porque me encantó la sepia así que os lo recomiendo.
Un saludo a todos.