¡¡Buenas a todos!!
Durante nuestras estancia en Zaragoza y gracias a una amiga, tuvimos la oportunidad de conocer esta famosa pastelería. Siempre suele haber alguna pastelería que tiene su fama dentro de cada ciudad, y ésta la tiene en Zaragoza. Os vengo a hablar de mi experiencia con la pastelería Fantoba.
CARACTERÍSTICAS DE LA PASTELERÍA
La pastelería Fantoba, como ya he dicho antes, es una de las pastelerías más famosas de Zaragoza. Se ubica en la propia ciudad exactamente en la calle Don Jaime I, nº 21.
Se trata de una de las pastelerías más antiguas de la ciudad, su fecha data del año 1856. En ella predomina una decoración sobrecargada de llena de cuadros, gallos y muebles de madera, además de productos que tienen a la venta.
Por fuera también predomina la madera con algún adorno en forma de cuadro o imágenes. Desde fuera se percibe bien el paso de los años de este negocio.
Entre otros productos que venden podemos encontrar: trufas, bombones, chocolate, turrones, tartas, repostería fina y vinos, entre otras cosas.
UBICACIÓN
La pastelería Fantoba, como ya he mencionado anteriormente, se encuentra situada en la propia ciudad de Zaragoza.
Está geográficamente muy céntrica y cerca de numerosas atracciones turísticas a visitar por la ciudad como: La Plaza Seo, la Basílica de la Virgen del Pilar o el Teatro Principal, entre otras muchas cosas y sitios.
PRECIOS
Quizás la fama hace mucho en que engorden los precios, además de lo que engordan los propios dulces en si. Personalmente entramos porque nos habían informado de un producto poco común, al final, después de ver tantas cosas, se me antojó un pastelito pequeño, que más tarde os comentaré que era y su precio fue de 3 euros nada más y nada menos.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Como ya he dicho anteriormente, esta pastelería la visitamos gracias a una amiga que nos informó de ella. Resulta que nuestra amiga ha vivido muchos años en Zaragoza y nos comentó sobre su existencia. Además nos informó que fuéramos y que le comprásemos como favor una mermelada de violeta.
Total que después de aparcar el coche en la calle San Jorge, nos topamos con ella de morros nada más ir hacia el centro. ¡Mira donde estaba!
Total que ya que estábamos ahí entramos. Para acceder a ella hay que subir un pequeño escalón que a nosotros se nos hizo la entrada un poco estrecha entrando con el coche del niño. Dentro, la tienda no es muy grande y da un poco sensación de agobio con tanta decoración que tiene bajo mi punto de vista está muy sobrecargada.
Quitando la decoración, lo que llamaba realmente la atención eran todos los productos que tenían a la venta, cada cual más llamativo. Entre otras muchas cosas que me llamaron la atención fue la presencia de unos tacones hechos con chocolate y pintados además de unos bolsos, también de chocolate. La verdad es que originales eran un rato.
Por otro lado tenían un recorte de prensa con la noticia de ser una de las mejores pastelerías que hizo el mejor roscón de Reyes. La verdad que es un dato bien significativo.
Cuando llegó nuestro turno nos atendió una señora mayor y le preguntamos por la mermelada de violeta, nos informó que no había, una pena pero el resto de mermeladas adyacentes tenían muy buena pinta. Nos dimos cuenta del precio de la mermelada de violeta, 6 euros madre mía. Como tiene que estar esa mermelada para que cueste eso, pensé.
Total que ya que estábamos ahí, se me antojó un pequeño pastel de merengue que había en el escaparate. La chica salió del mostrador para dárnoslo y total que nos dijo que cual queríamos, si uno con la base de caramelo y el otro que era normal.
Ante la duda de su sabor, del desconocimiento de la tienda y sus productos y demás cosas, le comenté que nos recomendara ella cual sabía mejor. Ella, un poco seca, me dijo que es para gustos y se quedó totalmente callada.
Personalmente eché de menos un poco más de información, consejos como profesional que es ella de allí comentarme que yo te recomiendo éste porque tiene más sabor, éste se queda un poco corto o te recomiendo mejor este otro pastel. La verdad que no dijo absolutamente nada más ni nos recomendó nada.
La cara además era un poema como queriendo decir, decidid de una vez. Al final cogí el que tenía una base de caramelo. Al salir a la calle y probarlo, personalmente me llevé una decepción. El merengue no sabía tan sabroso como estoy acostumbrado a otras pastelerías y cuando llegué al fondo y comprobé la base de caramelo, aquello sabía más bien amargo. No sé, no me gustó.
No sé si tiene tanta fama por otra serie de productos, pero a mi el pastelito de merengue no me gustó nada. Igual si me hubiera aconsejado ella, hubiera dado en el clavo. Además, que por un pastelito de nada, cobren 3 euros, me parece un precio abusivo y viendo el resultado que tuvo aun más.
Un dato que me llamó mucho la atención al salir del local, es que había un guía turístico con un grupo de gente parados delante de la pastelería y explicándola. Así que la fama la tiene por goleada que incluso los guías se paran para hablar de ella, pero a mi me defraudó.
Creo que para estos locales que tienen su fama, se debería esmerar en el trato al cliente ya que de no ser así, toda la fama que han ido cosechando en base a su trabajo y esfuerzo se puede ver contrarrestado por las formas de atender a los clientes.
CONCLUSIÓN
Después de nuestra experiencia, personalmente yo no os recomiendo su visita. Igual tenéis la suerte que en otro horario os atiende otra dependienta que es más expresiva o atiende mejor a sus clientes, pero a mi no me gustó el trato ni tampoco lo que comí.
Un saludo a todos.