Me llamó la atención lo dulce que resulta en el paladar el Château Léoville Barton 2010, uno de los mejores Burdeos, según mi marido. Puede serlo. Nos costó la botella 880 euros. Yo pensé que mi santo se había vuelto loco. Mi marido lo había probado en una cena de trabajo y quería compartir conmigo la experiencia de unas copas de vino inolvidable. Me vinieron ganas de pedirle el divorcio. Nuestra cena con velas y buen vino no fue nada romántica. Mi santo pensaba en el amor y yo pensaba en los 880 euros que había pagado por una botella de vino Burdeos.
El vio no está mal. Dicen que se te puede conservar unos 50 años en la botella. No creo que nadie tenga la intención de dejarle a sus hijos una herencia de botellas de vino. Nosotros nos bebimos la botella y tuvimos que abrir otra botella de vino barato porque una botella para dos no da para mucho cuando estás sedienta.
Este vino es más fuerte en botella que en barril. El que había tomado mi marido era de barril. Decía que le gustaba más así, bien fuerte. Por eso no descarta comprar otra botella cuando ande sobrado de dinero.
El Leoville Barton es uno de los vinos espectaculares de la vendimia francesa. De color púrpura hasta el borde de la botella, cuenta con un potencial real para 30-50 años de longevidad. No os recomiendo guardarlo tanto tiempo. Los vinos acaban perdiéndose más pronto que tarde. Hay que beberlos mientras están en buenas condiciones. Este vino es un clásico, un poderoso burdeos hecho por expertos vinicultores. Lo consideran una superestrella de la vendimia francesa.
Yo le noté a este maravilloso vino francés notas de crema de grosella negra, buena acidez, roble y un sabor muy sutil y dulce, además de extracción y concentración masivas. Os lo recomiendo. También os recomiendo pedirlo de regalo. Tiene un precio muy alto para una economía de clase media.