Mis hijas se hicieron adictas a la Crema de bombón Clesa en la casa de su abuela paterna. Es una crema de bombón que venden en packs de cuatro unidades. Los envases son similares a los de los yogures. Pero no se puede decir que haya ningún yogur que la iguale el empalago. No sé como mis niñas son apaces de tomarla. Más tomarían si las dejara. Tengo que recordarles constantemente que no es un postre saludable.
Les estoy comprando la variedad que no tiene azúcares añadidos. Aún así, la encuentro muy dulzona. ¿Y qué decir de la Crema de bombón Clesa original?...Es la más dulzona. También es la que más engorda. Yo lo veo en mi suegra.
En mi casa sólo compramos las variedades sin azúcares añadidos y sin lactosa. La Crema de bombón Clesa sin lactosa tiene un cincuenta por ciento menos de azúcar respecto a la original. Se le nota un montón.
Os la recomiendo, sobre todo en la variedad sin azúcares añadidos. Cuesta el pack de cuatro unidades de 125 gramos 1,09 euros. Es inconfundible con su envasado en tono marrón chocolate. Ves una cuchara sopera a rebosar de la crema de bombón y te abre el apetito. Nadie dice no a algo de chocolate. En mi casa no dura nada. Compro dos packs de cuatro y cuando me descuido no queda ni un solo envase.