El Camino de Santiago nunca fue para mí. Lo que sí es para mí es algún alojamiento rural que se encuentra en las inmediaciones del camino jacobeo. Por ejemplo, El Peregrino en Puente la Reina, Navarra.
Estuvimos allí con mi suegra. Es un caserón de piedra y madera que se hace ver en los alrededores. Es enorme. Una vez dentro, no te parece tan grande, pero fuera lo ves inmenso. Las fachadas de piedra son severas, austeras, y apenas dejan protagonismo a unas ventanas que merecerían ser más grandes.
La falta de luminosidad se hace presente en las habitaciones. La nuestra parecía la habitación de un monje. Mi suegra tuvo la suerte de tener una habitación algo más luminosa. Lo que sí tuvimos en las tres habitaciones que alquilamos fue una insonorización estupenda. No oías nada. Fue una gran ventaja porque tenía a la madre de mi marido en la habitación pegada a la mía. La habitación de enfrente era la de mis hijas, igual de oscura e igual de triste en su decoración rural.
Me pareció la decoración algo triste cuando llevábamos en El Peregrino una semana. El primer día fue como llegar a un oasis. Andar no es lo mío. Convencí a mi esposo de no dar un paso más y quedarnos en un alojamiento con unos jardines muy bien cuidados. Tan cuidado como los jardines estaba el parking. Se veía que lo habían reformado recientemente. El parking es gratuito. Tampoco te cobran la conexión wi fi.
El Peregrino es fácil de encontrar. Tienes acceso justo en el cruce de las carreteras que bajan a Roncesvalles y a Somport. En la zona hay muchas iglesias. Mi suegra fue con su hijo a hacer turismo de iglesias. Fueron andando. Yo sólo los acompañé el día que iban a ver el puente románico del siglo XI, es el puente más importante del Camino de Santiago.
Os recomiendo El Peregrino en Puente la Reina. Estella queda a 19 kilómetros. Yo aproveché para ir a ver a una amiga mía que vive en Estella. Pasamos una tarde de compras muy agradable; una tarde de chicas a la que se sumaron las niñas de ambas.