Loja es una ciudad granadina de poco más de 20.000 habitantes. Estuvimos varias veces por allí. Unas veces para hacer turismo, otras veces para practicar deporte en sus alrededores y la vez que mejor lo pasé fue coincidiendo con su Semana Santa. Loja tiene la Semana Santa más antigua. Desde el siglo XVI están sacando a la calle tronos sobre los hombros. Los tronos los llevan a hombros tanto hombres como mujeres. La igualdad de género se va imponiendo en las procesiones de Semana Santa.
Hicimos un recorrido por toda la ciudad, visitando la Alcazaba, el Caserón de los Alcaides Cristianos, el Mirador Arqueológico de la Alcazaba, las pinturas en el barrio de la Alcazaba, el de la Reina I de Castilla, el de Sylvania, la iglesia de San Gabriel de Loja, la estatua del General Narváez, la Plaza de San Gabriel, la Fuente de la Avenida de Jesús, la Ermita de Jesús Nazareno, la Escultura del Padre Jiménez Campaña,... Hay mucho que ver en esta pequeña ciudad de casas pintadas de color blanco. Nos gustó mucho el Centro de interpretación de agua de Loja. Te explican como ahorraban agua los agricultores de la zona desde hace años. En Loja el agua está muy presente. Por ejemplo en fuentes tan bonitas como la Fuente de los 25 Caños y en el Lavadero de Alfaguara. Después de tanto andar llegamos a los Jardines del Paseo de Narváez. Lo necesitaba. Nos sentamos a comer unos bocadillos que llevaba mi suegra. Una vez recuperadas las fuerzas, seguimos nuestro paseo hasta el Convento de Santa Clara. Mi suegra se empezó a sentir católica y tuvimos que entrar en la iglesia de Santa Catalina. Rezó ella sola. Mi marido se está volviendo tan ateo como yo. Una vez que admiramos la iglesia y que mi suegra terminó sus rezos, nos fuimos hasta el Puente del Gran Capitán, Es muy bonito, pero más bonita me pareció la Puerta de Jaufín. Fue donde nos sacamos la foto de familia feliz con abuela incluida. Unos turistas ingleses nos hicieron de improvisados fotógrafos.
El segundo día de nuestra estancia nos fuimos directos a la Plaza de Joaquín Costa. Queríamos verlo todo. Mi suegra volvió a ponerse mística al ver la Ermita de la Caridad. Me fui de tiendas mientras mi marido hacía con su madre la ruta de las ermitas: fueron a la de San Roque, la del Calvario, el Pósito de Loja, y no sé si a alguna más. Cuando me llamaron por teléfono estaban ante el monumento al Incensario de Loja. Querían que fuera con ellos a ver el Mausoleo de Narváez. Pobre hombre. Murió como todo el mundo por mucho mausoleo que le hayan hecho. Hay muchos monumentos para Narváez. Se nota que lo querían mucho por allí. Mi marido se empeñó en recorrer todo: el Memorial del Gran Capitán, el palacio de Narváez,... Dije basta al turismo de ciudad en el Antiguo Cabildo.
El tercer día nos tocó el paraje Natural de los infiernos de Loja. Mi santo quería hacer deportes de aventura en la Sierra de Loja. Le prohibí hacer vuelo libre. Me pareció peligroso. Mi santo miraba aquellos aparatos que subían y bajaban en las zonas de aterrizajes y despegues deseando que dijera que sí. Su madre también le pidió que no lo hiciera. No quería quedar sin un hijo. Tampoco le dejamos hacer escalada. Acabamos haciendo lo que hacemos siempre: senderismo. Llevamos a las niñas a hacer una ruta corta por las proximidades de Loja ciudad.
Os recomiendo visitar Loja. Este año no hay Semana Santa. Es una pena. La Semana Santa de Loja es muy bonita. No tiene nada que envidiar a otras Semanas Santas. Además, tiene el mérito de ser la Semana Santa más antigua.