Sevilla es una ciudad especial. Por eso vamos tanto. Me encanta pasear por sus calles, dejar la parte céntrica atrás y adentrarme en sus barrios. Uno de mis favoritos es El Barrio de San Jerónimo, uno de los barrios más emblemáticos y tradicionales de Sevilla. Situado al norte de la ciudad, este barrio cuenta con una rica historia y una gran cantidad de lugares de interés que lo convierten en un lugar imprescindible para visitar, sobre todo cuando tienes tiempo y quieres salir del recorrido habitual de los guías turísticos.
A mi marido también le gusta mucho este barrio. Uno de los lugares más destacados del Barrio de San Jerónimo es el Monasterio de San Jerónimo. Impresiona. Es un impresionante edificio renacentista que data del siglo XV. Este monasterio alberga una importante colección de arte sacro y es un lugar perfecto para sumergirse en la historia y la cultura de la ciudad. Pero también cansa. Ver tanto arte sacro aburre.
Puestos a mirar cositas de iglesia, nos fuimos a otro lugar emblemático del barrio como es la Iglesia de San Jerónimo, un templo gótico-mudéjar que destaca por su impresionante arquitectura y su rica decoración interior. Esta iglesia es un lugar perfecto para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del barrio. A mí me vino perfecta para descansar. Me senté en un banco y dejé que mi marido le diera clases de arte in situ a nuestras princesitas, mirando aquellas paredes cargadas de historia.
Además, el Barrio de San Jerónimo cuenta con una gran cantidad de parques y zonas verdes donde los turistas pueden relajarse y disfrutar de la naturaleza. Fue lo que hicimos nosotros cuando nos cansamos de mirar paredes antiguas.
El Parque Amate es uno de los parques más grandes y populares del barrio, con amplias zonas verdes, áreas de juegos infantiles y senderos para pasear. Tienes la sensación de estar en un pueblo en vez de estar en una ciudad.
Otro parque destacado es el Parque Infanta Elena, un espacio verde con lagos artificiales, fuentes y jardines cuidados que lo convierten en un lugar ideal para desconectar del bullicio de la ciudad. A mí me relajó mucho ver tanta agua. Lo tienen muy bien cuidado.
En cuanto a las fiestas, el Barrio de San Jerónimo celebra varias festividades a lo largo del año que son muy populares entre los vecinos y visitantes. Una de las fiestas más importantes es la Feria de San Jerónimo, que se celebra en honor al patrón del barrio durante el mes de septiembre. Durante esta feria se organizan actividades culturales, conciertos, casetas gastronómicas y atracciones para toda la familia. Coincidió con nuestra visita. Ni que decir que lo pasamos genial.
Además, el Barrio de San Jerónimo cuenta con una amplia oferta gastronómica donde los visitantes pueden degustar platos típicos sevillanos en sus numerosos bares y restaurantes. La gastronomía del barrio destaca por su variedad y calidad, con platos como el salmorejo, el pescaíto frito o el gazpacho que no dejarán indiferente a nadie, especialmente a los amantes de la cocina andaluza.
En cuanto a lugares de ocio, el Barrio de San Jerónimo ofrece una gran variedad de opciones para todos los gustos. Desde tiendas tradicionales donde comprar productos locales hasta modernos centros comerciales donde encontrar las últimas tendencias en moda y tecnología. Te sobrarán tiendas donde dejarte el sueldo.
En definitiva, el Barrio de San Jerónimo es un lugar lleno de encanto y tradición que merece la pena ser descubierto. Con sus impresionantes monumentos, sus hermosos parques y su animada vida cultural, este barrio sevillano tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. Sin duda, una visita al Barrio de San Jerónimo es una experiencia única e inolvidable que no te puedes perder si visitas Sevilla. Os recomiendo, pues, este barrio.
Me pareció un resumen de lo mejor de Sevilla. Pero, sobre todo, destacaría su tranquilidad. Me pareció un barrio seguro, especialmente de noche. Puedes ir a uno de sus restaurantes de cenita romántica y después pasear con tu pareja por las calles de Sevilla. Mi marido y yo nos sumamos a este plan romántico aprovechando que estaba mi suegra para quedarse con mis dos princesitas por la noche.