Acerca de:TDK TRANS-IT Memoria USB 4 GB
Ventajas:Su rapidez, fiabilidad y resistencia al paso del tiempo
Desventajas:La tapa de metacrilato puede perderse con facilidad
No quisiera hablar demasiado de piratería. Todos sabéis de sobra lo entusiasta que me pongo a la hora de explicar según qué puntos de vista…y no es plan. No es plan porque los tentáculos del mitológico monstruo Sinde alcanzan lugares extraños y suelen causar heridas profundas. Pero sobre todo porque esta es una página web que fomenta el consumo legal de los productos que en ella aparecen. Por tanto, espero de todo corazón que los próximos párrafos me queden creíbles. Vamos allá.
Da la casualidad de que tengo una familia muy larga. Una intrincada, pero honesta, red de tíos, primos, abuelos, cuñados, tíos-abuelos, sobrinos-nietos, consuegros y todo lo demás. Unos parientes tan numerosos que convierten las bodas, bautizos y comuniones en eventos muy habituales. De modo que siempre me junto con un montón de fotos y vídeos. Recuerdos familiares que los ávidos ojos de mis padres ansían contemplar.
Como me considero un buen hijo, me daba rabia que tuvieran que conformarse con la pobre calidad de imagen que el monitor de mi ordenador (próximo a la jubilación) ofrecía entre estertores. Así que cuando descubrí que mi televisor poseía, en uno de sus laterales, una entrada USB no lo dudé un instante. Me lancé a comprar un pendrive grandecito para que mis progenitores y yo mismo pudiéramos deleitarnos en el salón con horas y horas de imágenes nítidas y plagadas de brillantes colores. Un entretenimiento inocente y, por encima de todo, legal.

El elegido fue un pendrive de la marca TDK con 4 Gigabytes de capacidad. Ya he dicho que adquirí este artilugio hace un tiempo, así que no debe extrañaros que su precio rondara los 15 euros. Actualmente podéis comprar dispositivos de almacenamiento USB de esta misma capacidad por unos 10 euros, o quizás un poco menos. Cosas del progreso.
Su diseño es tan llamativo como atrayente. Un sencillo rectángulo del grosor aproximado de un cable de conexión USB (para garantizar máxima ergonomía en caso de que tengamos los puertos muy juntos) en color azulón, sobre el que destacan las letras blancas que indican, básicamente, marca y capacidad.
La zona de conexión está protegida por una tapa de metacrilato que, incluso después de varios años de uso, sigue encajando a la perfección con el cuerpo de plástico del dispositivo. Lo único malo es que esta tapa no puede insertarse en el pendrive, de manera que no nos quede suelta por ahí mientras estamos utilizando el aparato. Esta circunstancia, combinada con el hecho de que es transparente, la hace particularmente fácil de perder, así que debéis tener mucho cuidado para no quedaros sin esta pieza.
La parte trasera del dispositivo viene provista de un agujerito, de forma vagamente elíptica, para que podáis introducirlo en algún cordoncillo o cadenita y evitar su extravío. Además, justo antes de la zona donde está el agujerito, veréis un par de depresiones (una a cada lado) que se amoldan perfectamente a la yema de un dedo y cuya finalidad no es otra que proveer a nuestra mano de un adecuado punto de apoyo para que la extracción física del pendrive se haga mucho más fácil.
En general, todas estas características de diseño convierten a esta memoria en un artefacto robusto y práctico que no perderá un ápice de un brillo con el paso del tiempo.
Como la inmensa mayoría de los pendrives, este TDK indica con una luz de LED (de un brillante tono azul) los momentos en que se encuentra transfiriendo archivos, reproduciéndolos o llevando a cabo cualquier otro tipo de actividad que haga desaconsejable su extracción brusca del puerto al que esté conectado. La luz es tan vistosa que no tendréis excusa si alguna vez perdéis datos por extraer el aparato en un momento inadecuado.

Cuando conectéis por primera vez este dispositivo a vuestro ordenador, veréis en su interior un programita llamado Flashlock, además de un manual en pdf (disponible en 10 idiomas) que os explicará las funciones de esta aplicación. Como indica su nombre, se trata de un programa que os permitirá establecer una contraseña para vuestro pendrive, siempre y cuando trabajéis en un entorno Windows.
A través de Flashlock, podréis definir el tamaño del área protegida por contraseña y también del área que, obligatoriamente, debe quedar desprotegida para que el dispositivo sea correctamente detectado por vuestro ordenador. Pero no os preocupéis. El espacio público mínimo es de tan sólo 2 Mb. Así que podréis utilizar la contraseña con la seguridad de que el fabricante no está intentando escatimaros, con la excelente excusa de la privacidad, un espacio de almacenamiento significativo.
Además de establecer una contraseña, la aplicación Flashlock también permite teclear una pista que os recuerde dicho password, lo que vendrá de perlas si sois algo olvidadizos.

En lo que respecta a velocidad de lectura y escritura, este pendrive se comporta de modo intachable. El programa que suelo utilizar para comprobar este tipo de cosas da una velocidad de lectura de unos 23,5 Mb por segundo y una velocidad de lectura de unos 10,5. A mi juicio, se trata de valores lo suficientemente elevados como para que el manejo de un espacio de 4 Gigabytes se haga muy cómodo, aunque tengamos que transferir archivos grandes con cierta asiduidad.

En resumen, el pendrive TDK Trans-It de 4 Gigabytes me parece una elección magnífica. Un producto cuyo único defecto, la fácilidad con que podemos extraviar la tapa de metacrilato del conector, no me parece demasiado importante.
A cambio de esta pequeña desventaja, ganaréis un dispositivo de diseño robusto y atractivo, tremendamente rápido y provisto de un sistema de seguridad fácil de utilizar. Hasta ahora no me ha jugado ninguna mala pasada, a pesar de que mis, ejem, recuerdos familiares me obligan a meterle bastante caña de manera más o menos habitual. Un aparato por el que parecen no pasar los años. Ni interna ni externamente.
Fecha:18:46:19 02/10/11
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Categorías:Informática