Parador de Santillana Gil Blas: un parador en el centro de Santillana

Acerca de:Parador de Santillana Gil Blas [Santillana del Mar]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
El Parador de Santillana Gil Blas nos permitió disfrutar una casona solariega de los siglos XVII y XVIII porque entre esos dos siglos fue construido. Entonces no era un parador, por supuesto. Era una casa de ricos. Hoy es una casa al alcance de todo el mundo. No hace falta ser millonario para alojarte en un parador.

Yo estuve con mi marido y mis hijas pasando un fin de semana largo con mi suegra. La madre de mi marido prefiere alquilar un piso, pero yo prefería un complejo hotelero, aunque fuera antiguo. Estoy cansada de tenerla muy cerca. Así pude elegir una habitación lo más alejada de la suya.

Nos dieron una habitación grande con suelos de madera de obra barnizada, techos con vigas de madera y camas que parecían sacadas de un piso viejo de la época de los Austrias. Menos mal que el cuarto de baño era moderno. Mi marido decía que quedaba como un pegote. Para mí quedaba perfecto porque se veían los sanitarios nuevos y no había ninguna cortina en la bañera, cosa que detesto. Olía a albañilería reciente, como dice mi suegra.

La mayor ventaja que le encontré al Parador de Santillana Gil Blas fue su ubicación céntrica. Podías salir a pasear por el pueblo sin necesidad de coger un coche. A mí no me gustan nada los paradores y los hoteles que quedan en mitad de la nada campestre. Prefiero paradores más urbanos. Además, en Santillana del Mar hay un zoo muy cuidado. Llevé a las niñas. Mi marido no quiso venir porque no le gustan mucho los animales. A mí tampoco me gustan, pero pasé una tarde inolvidable con las niñas. Da gusto ver como se ilusionan con los bichitos.

Mi suegra lo pasó menos bien. Se quejaba porque no le gustan nada las enredaderas. En el Parador de Santillana Gil Blas las enredaderas trepan por las paredes hasta las ventanas. Mi suegra pidió una habitación hasta donde no llegaran estas plantas trepadoras. Temía que le entrarán insectos por las ventanas. Según ella, las enredaderas atraen los insectos.

Os recomiendo este parador. Es tranquilo y se come muy bien. A nosotros nos gustó mucho el cocido montañés. Yo sólo lo comí un día. Mi suegra, en cambio repitió todos los días que estuvimos en el Parador de Santillana Gil Blas. No debes perderte tampoco la merluza con salsa a la cántabra, las almejas de Pedreña y los sobaos y quesada pasiega. El comedor está decorado con cuadros con motivos de las cuevas de Altamira y lámparas de forja.
Fecha:07:27:59 12/09/17
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes