La Fura del Baus comienza su rescate del mito de Fausto con su versión 3.0, para el teatro y más tarde con la ópera “La condenación de Fausto”. Ahora mismo nos la presentan en formato cinematográfico con “Fausto 5.0”. ¿
Hay quien va a opinar que Fausto 5.0 es una obra de teatro grabada pero no lo veo así. Es cine innovador, diferente, muy original y claro, es La Fura, transgresor, realizado desde la perspectiva "teatrera" de La Fura pero siempre pensando en la realización de una película.
Voy a definir esta película dentro de las que puedo considerar “de culto”. Nunca va a llenar grandes salas aunque sí que podremos encontrar a nuestros amigos más cinéfilos presumiendo de haberla visto. No es ni pretende ser comercial pero está claro que es y pretende ser recordada. De hecho su Goya al mejor actor recibido le ha dado un nuevo empujón.
La Fura ha querido salir del teatro y buscar un nuevo referente para su expresividad lo que le ha hecho aliarse con Fernando León de Arenoa para el guión. Creo que no debe ser nada fácil versionar a los clásicos en el cine y mucho menos para un grupo que es más de teatro. Fernando León sitúa al Doctor Fausto en una Barcelona atemporal, ni actual ni futurista, y nos lo presenta como un hombre grisdedicado al tratamiento de pacientes terminales. Por casualidad se encuentra con Santos, un antiguo paciente suyo que consiguió salir adelante y cuya misión es hacer realidad los deseos más íntimos del Doctor, deseos que pueden traer fatales consecuencias en todos los sentidos.
Se basa principalmente en grandes giros argumentales entrados en cada uno de los deseos de Fausto lo que la lleva a momentos soberbios, grandes sorpresas y una imaginación desbordante.
El elenco elegido por la Fura es excepcional, actores versátiles como Miguel Angel Solá que interpreta a Fausto o Eduard Fernández que es Santos (Goya al mejor actor) Es Eduard el encargado de llevar la mayor parte del peso de la película, en una interpretación soberbia. Macarra, burlón, noctámbulo... una versión de "genio de la lámpara" muy especial.
El tercer personaje esencial lo interpreta Najwa Nimri sin mucha presencia pero con un gran nivel.
Ollé y Padrissa se han unido también a Isidro Ortiz para la realización dando una fuerza o mejor dicho, dando, si cabe más fuerza a la obra, pasando de una estética de video clip con una velocidad endiablada a un simbolismo estético basado en la corrupción, la violencia, el alchol y las deogas, imágenes oníricas, que llevan a Fausto a su propio infierno y le hacen caer para volver a pisar el acelerador en el fin de la película con la parte más salvaje y más sorprendente de toda la historia: la performance.
La marca Fura la encontramos en su sentido del humor algo extraño, la imaginación visual, la crítica de la sociedad desde el plano más duro y la libertad para que el espectador interprete sus guiños para llevarnos a la moraleja final: todo el mundo debe pagar por sus deseos.
Concluyendo. Dudo que nadie se quede indiferente después de verla, no es comercial, no vende nada, pero es una obra que es tan especial que merece perder esa hora y media que dura y quedarse con ella.