Es ésta una de esas películas del genio que es Steven Spielberg que en su estreno no fueron valoradas correctamente, algo bastante injusto que ya le ha pasado con otros films como la genial "Minority Report". Estamos ante un relato futurista, en el cual dos padres cuyo único hijo se encuentra en estado de coma deciden "adoptar" a un niño robot, el primero capaz de amar. El problema surge cuando el hijo biológico se recupera de forma sorprendente, y obviamente la coexistencia de ambos es difícil. Es ésta la razón por la cual David, el niño robot, es abandonado en el bosque.
La película es una obra común de Spielberg y Stanley Kubrick, que por motivos obvios éste último no pudo llevar al cine, así que fue el primero quien lo hizo. Estamos ante un cuento de hadas futurista con un tono bastante taciturno no sólo en el aspecto visual, sino también en cuanto a la narración en sí. Por cierto, espectacular banda sonora de Williams. La verdad es que no quiero contar demasiado, pero creo que es obligado que hable del final, así que deja de leer si no quieres saber más.
El final creo que es el motivo fundamental por el cual esta película está tan infravalorada, y es que la mayoría de la gente pensó que los que salían haciendo una campaña arqueológica eran extraterrestres, posiblemente influenciados por el poder de la imagen y dejando a un lado la posibilidad de que se tratase de robots superavanzados, algo muy lógico ya que éstos se encontrarían buscando al hada azul, al Creador, uno de los temas que aborda el film.
La verdad es que tratándose de Spielberg, el director que posiblemente mejor tiene abordado el tema alienígena, este diseño de los robots puede considerarse un error, pero la verdad es que disfrutando de nuevo de la película se advierte que el que sean robots es lo que mejor le viene, y de hecho se advierte cuando se dice aquéllo de "en el futuro sólo quedarán los robots".
En fin, que una película que merece ser reconsiderada por público e industria, porque es una maravilla.
Adiós.