Mario Puzzo escribió la mejor novela que hay en el mercado sobre mafia, novela que fue llevada al cine por Coppola con gran éxito de taquilla.
Es una novela que leí y releí porque me gusta tanto como las películas de Coppola.
El libro nos cuenta la vida y milagros de Vito Corleone y sus hijos. Empieza con la boda de la hija del don, celebración que aprovechan sus "amigos" para pedirle favores que él no puede negarles el día que casa a su hija. Así van pasando diversos personajes por su despacho. A todos contenta, hasta al empresario de pompas fúnebres que se había apartado de su amistad. Se lo reprocha, pero acaba accediendo a hacer justicia, a hacerles pagar a los agresores de su hija las vejaciones que le han hecho.
Todos estos favores llegará un día en que el Don los cobrará. Al empresario de pompas se lo cobra cuando tiene que amortajar a su hijo mayor tras haber sido asesinado.
Es entonces cuando Michael, el hijo menor del Don, pasa a primera fila. Le tocará regresar de Italia, donde se había refugiado tras vengar un intento de asesinato que tuvo el padre.
No le habían ido muy bien las cosas a Michale en Sicilia. Se casó con una mujer que lo enamoró, perdió a su esposa en un atentado y ahora regra a Nueva York, donde volverá a relacionarse sentimentalmente con su antigua novia, con la mujer que lo había acompañado a la boda de su hermana.
¿Y qué ha sido de los otros dos hijos del Don? El mediano está apartado de los asuntos de la familia porque su padre no onfía en él. La hija vive un matrimonio complicado.
Poco a poco, Michael irá haciéndose con los mandos de la familia. Será un digno sucesor de su padre, tal como piensa el consejero de la familia.
La novela engancha. Te muestra una mafia glamurosa, donde los jefes de las cinco familias de Nueva York se reunen para razonar. Pero lo mejor es, sin duda, la figura de El Padrino, un hombre sensato, razonable, serio, que ha ido ganándose su reputación desde que a los 25 años se pasó a la mafia y dejó de ser un obrero sin trabajo.