El Club de los Muertos es el tercer libro de la saga True Blood y es el primero que me he leído sin haber visto la serie con lo que consiguió engancharme más que los dos anteriores ya que, al no saber el final, me tenía intrigada. No se si es por eso o si simplemente porque es mucho más interesante que los otros y es que el personaje de Bill no aparece mucho, lo que lo hace más dinámico porque es que es un poco aburrido y soso el tío.
Este libro parte con el distanciamiento entre Bill y Sookie. El está más metido en su trabajo y su relación con ella pasa a un segundo plano hasta el punto de que él tiene que ausentarse por trabajo pero la miente respecto al sitio al que va. Es gracias a Eric (el jefe de Bill) por lo que se entera de que Bill ha sido secuestrado por el rey de Misissippi (el vampiro con más poder en ese estado)
Eric está obligado a intentar liberar a Bill ya que es un vampiro a su cargo y le proporciona a Sookie una escolta para que la acompañe en su misión. Esa escolta es Alcide, un hombre lobo por el que Sookie se va a sentir atraida y es que, otra cosa no, pero en los libros se describen con todo lujo de detalles las alocadas y calientes hormonas de Sookie.
Me gustó mucho la novela y es que en ella se produce un acercamiento entre Sookie y Eric, una relación que resulta divertida y nada convencional. Hay momentos en los que el relato sorprende bastante y resulta realmente adictivo.
Una lectura totalmente recomendable, fácil de leer y que no tiene nada que ver con otras historias de vampiros que hayas leído antes. Es una historia que combina a la perfección la acción y el romanticismo (y es que la protagonista es una romántica a pesar de todo lo que tiene que pasar), todo aliñado con la dosis justa de humor y algún que otro momento quizá violento en exceso, pero que le pega al libro.