"La Cava del Faraón" es un restaurante egipcio situado en el barrio de la Latina, concretamente en la calle Segovia, que nos permite degustar los mejores platos de la cocina egipcia.
Más que su menú, yo voy a este restaurante por la decoración. Dentro te sientes como en el palacio de un faraón. La decoración es grandiosa, tal como promete la fachada del edificio antiguo donde se ubica este establecimiento.
Lo que no está a la altura es la organización del restaurante. Los gestores del local deberían ponerse las pilas. A mí que se me acerquen los camareros a correr y que me vayan dejando platos sobre la mesa diciéndome sólo el nombre de lo que depositan sobre el mantel, sin añadir otra información que me aclaré lo qué voy a comer, me defrauda. Reconozco las empanadillas, por ejemplo, iguales a las de todos los sitios, pero, creo yo, no estaría de más que me dijeran que tipo de relleno hay en las hojas de parra.
Otra desventaja de este restaurante exótico es la cantidad de los raciones. Más que raciones parecen tapas. Después de que te hayan servido una docena de platos, sales como si hubieras ido de tapeo. En total has comido dos raciones completas de las de los otros restaurantes.
¿Ventajas? La amplitud de los salones. Son perfectos para hacer comidas o cenas de empresas, para ir con los amigos y para las despedidas de solteros.
Yo, que no soy muy de comidas exóticas, de todo lo que sirven me quedo con las empanadillas y té verde aderezado con hierbabuena. El espectáculo de la danza del vientre también me resulta entretenido.