El Restaurante Buddha del Mar en Madrid es un restaurante que te causa buena impresión nada más llegar. Te reciben a pie de coche, te abren la puerta de tu automóvil y te lo aparcan.
La hospitalidad oriental continua en el interior del establecimiento. Muchas esculturas de Buda, mucho olor a incienso, mucha luz suave, y el restaurante dividido en dos grandes salones con una zona central donde colocan una terraza al aire libre los meses de verano.
A mí no me gusta demasiado su decoración. Comer en una vajilla de color negro me cuesta un esfuerzo. Los manteles de caña tampoco son de mi gusto.
La carta es muy amplia. Puedes pedir rollitos, emepanadillas, gambas, setas, cerdo, pato, ensalda oriental,... Los langostinos que sirven en el Buddha del Mar me encantaban. Digo me encantaban porque cuando supe que estaban rellenos con hongos dejé de pedirlos.
Comes por un precio razonable. Unos 35 euros por cabeza, incluyendo bebida y postre.
Los domingos cierran.