El comedor era tan agobiante como una sauna
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Scarlett2000
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Acerca de:Restaurante Nodo [Madrid]
Ventajas:lo dicho
Desventajas:lo dicho
El Restaurante Nodo de Madrid me sorprendió con una ensalada de espinacas con piel de tomate y una salsa de cadamono que estaba realmente sabrosa. Yo soy muy de ensaladas y pensaba que no encontraría nunca un restaurante que fuera capaz de sorprenderme con una nueva variedad.
En este restaurante fusionan la cocina occidental con la oriental. Te sirven desde un gazpacho hasta un bacalao asado con unos toques de miel o una pechuga de pollo que pintan con limón glass y que la dejan que parece casi de mentira.
De postre yo pedí una espuma de vainilla con granizado de maracuyá. Estaba deliciosa.
Lo que sí debería mejorar el Restaurante Nodo es su comedor. No lo digo por la decoración, que me parece correcta con sus tonalidades marrones y esos manteles tan blancos que cubren las mesas, sino por lo juntas que están las mesas. Una persona un poco gorda molesta a su vecino de silla por la falta de espacio. Encima el día que estuvimos nosotros hacía un calor agobiante. Acabé yendo al baño dos o tres veces para escapar de aquella sauna.
También deberían ser más generosos a la hora de llenar los platos. Es un restaurante ideal para quienes no queremos engordar, pero defrauda a los que van a comer de verdad, como es el caso de mi marido.
Eché en falta algún vino nacional reconocible. Casi todos eran vinos extranjeros y, para más señas, orientales. Hasta el agua mineral era extranjera. Cuando leí en la botella que era originaria de Gales, me reí por no llorar.
En este restaurante fusionan la cocina occidental con la oriental. Te sirven desde un gazpacho hasta un bacalao asado con unos toques de miel o una pechuga de pollo que pintan con limón glass y que la dejan que parece casi de mentira.
De postre yo pedí una espuma de vainilla con granizado de maracuyá. Estaba deliciosa.
Lo que sí debería mejorar el Restaurante Nodo es su comedor. No lo digo por la decoración, que me parece correcta con sus tonalidades marrones y esos manteles tan blancos que cubren las mesas, sino por lo juntas que están las mesas. Una persona un poco gorda molesta a su vecino de silla por la falta de espacio. Encima el día que estuvimos nosotros hacía un calor agobiante. Acabé yendo al baño dos o tres veces para escapar de aquella sauna.
También deberían ser más generosos a la hora de llenar los platos. Es un restaurante ideal para quienes no queremos engordar, pero defrauda a los que van a comer de verdad, como es el caso de mi marido.
Eché en falta algún vino nacional reconocible. Casi todos eran vinos extranjeros y, para más señas, orientales. Hasta el agua mineral era extranjera. Cuando leí en la botella que era originaria de Gales, me reí por no llorar.
Fecha:10:24:40 25/11/10
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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