La Marisquería Ribeira do Miño de Madrid está en el centro, en la calle Santa Brígida, 1. Puedes ir en metro y evitar el lío de buscar un parking para el coche.
De martes a domingo está abierta la marisquería. No es un local en el que entres invitado por una fachada bonita. Por el exterior, pasarías de largo. Nosotros fuimos la primera vez por recomendación de unos amigos. Fue un acierto, pese a que está bastante lleno de gente, sobre todo en la zona de la barra, par a mi gusto.
Detrás del pasillo están los salones para comer más tranquilamente. El personal es tremendamente amable. Una vez íbamos con unos amigos y nos juntaron las mesas. No son mesas grandes.
La decoración es demasiado sencilla. Parece que estás comiendo en el bar de la esquina. Baldosas hasta la mitad de la pared y el resto del tabique pintado de color azul. Los percheros le dan un aire de taberna que no puede con él. También contribuyen al aspecto de taberna los cuadros de temas marineros y alguna gaita que recuerda las verbenas de Galicia.
Lo mejor, además del marisco, son los precios. Por unos 30 euros te das una mariscada con la pareja.
No sales con hambre. Después de dar buena cuenta de las gamabas, nécoras, cigalas, centollo y unos percebes no tienes ganas de comer más.
No falta en su menú el pulpo a feira ni la sabrosa empanada gallega. También puedes saborear un cocido o probar los quesos típicos de Galicia.
En vinos, me quedo con el ribeiro. El albariño nunca acabó de convencerme.