El Restaurante Casa Labra, en el número 12 de la calle Tetuán, tiene una situación privilegiada en pleno centro de Madrid: a un paso del kilómetro cero.
Una de las características más peculiares de Labra es el montón de gente comiendo y bebiendo que siempre hay en su puerta. Esto se debe a que su bar siempre estálleno hasta la bandera y los clientes acaban tapeando en la calle.
Varias cosas dan su fama a Casa Labra: sus croquetas, su bacalao rebozado y porque el PSOE se fundó en este restaurante en el año 1879.
El local es diminuto, con una fachada en curva y una decoración tradicional con una barra de zinc antigua.
El restaurante en sí es muy pequeño, con sólo seis o siete mesas y su carta es exigua, con platos de la cocina tradicional (callos, pisto, solomillo, etc…) y un precio medio de 30/35 euros.
En el bar, es necesario hacer cola en una barra para pedir las tapas y a continuación ir a la otra barra para pedir la bebida, pagando ambas cosas por separado. Si encuentras sitio, puedes tomar lo que has pedido junto a la barra o en la puerta. Los camareros son rápidos aunque no muy simpáticos. Se les ve agobiados por la cantidad de gente que tienen esperando para ser atendida.
¿Cómo es el famoso bacalao de Casa Labra? Es jugoso, lo sirven calentito y está muy rico, especialmente si se toma con una cervecita, bien tirada en este local. La tajada de bacalao cuesta 1.25 euros y la caña de cerveza, 1.10 euros. También están muy buenas las croquetas de bacalao, a 0.80 euros cada una.
Por el contrario, Labra, al igual que muchos otros locales con solera de Madrid, es un poco víctima de su propia fama y de las muchas guías turísticas en que aparece. Aún así, es una visita imprescindible si se está por la zona.