El Parque Juan Carlos I, también llamado Campo de las Naciones, es obra de un equipo encabezado por Emilio Esteras y José Luis Esteban Penelas y fue inaugurado en el mes de mayo de 1992.
Con una superficie de 191 hectáreas, es el parque más grande de Madrid. Su diseño es muy actual y está estructurado en torno a un anillo de 1 km. de diámetro, formado por un paseo muy amplio que, a su vez, delimita las distintas zonas ajardinadas.
El Campo de las Naciones está perfectamente comunicado, y a él se puede acceder:
- En coche:
M-40 salida 7.
NACIONAL II - Avda. de los Andes.
- En metro:
Línea 8 (estación Campo de las Naciones).
Línea 5 (estación El Capricho).
- En autobús:
122 de la EMT (SAL.: INTERCAMB. AVDA. DE AMÉRICA)
112 de la EMT (SALIDA: GLORIETA MAR DE CRISTAL)
104 de la EMT (SALIDA: CRUZ DE LOS CAÍDOS)
105 de la EMT (SALIDA: CRUZ DE LOS CAÍDOS)
El Parque consta de más de 2500 plazas de aparcamiento gratuitas. No obstante, hay días en los que es imposible encontrar un sitio para dejar el coche.
El Juan Carlos I, como es conocido popularmente, ha mejorado muchísimo en los diecisiete años que lleva inaugurado, ya que los árboles han crecido proporcionando más sombra.
En él, además de las actividades habituales de los parques (pasear, leer a la sombra de un árbol, relajarse y respirar aire puro o practicar deportes), es posible realizar otras actividades, como recorrer el parque en un trenecito con megafonía explicativa que, además, es gratis, o practicar piragüismo y pesca deportiva en el lago.
Este parque alberga además, una serie de grandes esculturas al aire libre: el Monumento a la Paz, a Galileo Galilei, o las obras "Dedos", o "Los cantos de la encrucijada".
Sin embargo, mi lugar preferido del Juan Carlos I, es el Jardín de las Tres Culturas, que alberga construcciones que simbolizan las culturas cristiana, judía y árabe. Os lo recomiendo, merece una visita.
Este es un parque idóneo para los que tienen niños ya que dispone de muchas zonas de juego infantiles, con columpios muy bien cuidados y fuentes públicas, así como una zona para el vuelo de cometas y un servicio gratuito de préstamo de bicicletas para niños y mayores, cuyo único requisito es un carnet que puede obtenerse en el momento, en la caseta habilitada a tal fin.
Me gustaría añadir que éste es un parque muy vigilado, con un buen servicio de seguridad que recorre todo el parque.
¿Tiene algún inconveniente este parque? El primero que me gustaría mencionar es que, a pesar de disponer de 2500 plazas gratuitas de aparcamiento, hay ocasiones en las que es imposible encontrar sitio para dejar el coche.
Por otro lado, carece de una terracita veraniega donde refrescarse de los calores de Madrid.
Lamentablemente, su Auditorio al aire libre, con una capacidad para 10.000 personas, ofrecía antaño espectáculos de agua y múscia con su fuente cibernética, pero en la actualidad no se utiliza para este fin. Sencillamente, creo que este auditorio está desaprovechado.
La ría artificial que recorre el Parque también podía navegarse en un catamarán hace unos años, pero este servicio se encuentra suspendido en la actualidad.
Por último, este parque ofrece una buena parada en la rutina diaria. Se puede aprovechar la hora de la comida (en primavera) o las noches de verano para desconectar del ajetreo de Madrid.
Entonces, el picnic y los funcionales tuppers se convierten en aliados para comer o cenar rodeados de árboles y disfrutar, al estilo de los grandes parques urbanos de otras ciudades europeas.