Es un lugar maravilloso, dónde la belleza, aromas y la paz son en principio las virtudes que reciben a sus visitantes.
Está compuesto de lo esencial de un Hamman árabe, y por tanto dispone además de las habituales recepciones y vestuarios, de una sala fría, otra sala caliente y una tercera templada, además del correspondiente baño de vapor.
El servicio básico dura una hora y media en la que tendremos la oportunidad de disfrutar de sus diferentes salas y en la que además recibiremos un masaje con aceites aromáticos de unos 15 minutos de duración, el cual podremos duplicar en duración por 10 euros más podremos aumentar a otros quince, pero sin que signifique que nuestro tiempo aumente a la hora y tres cuartos.
También, incrementando el precio, existe la posibilidad de comer en el restaurante anexo e incluso aumentandolo algo más, cenar con espectáculo incluido, pero del que no puedo opinar porque no llegamos a disfrutar en ninguna de sus versiones, pero en principio el precio del almuerzo (sólo 15 euros más), invita a probar.
A diferencia de otros baños árabes que he probado, lo que son las salas me han parecido más bonitas, algo más grandes y sobre todo me ha gustado el aroma que se respira, y por supuesto el masaje.
Los precios, para los que estáis avituados a visitar estos lugares, decir que están dentro de lo normal, pese a su ubicación cercana a la Mezquita de Córdoba, pues sale por treinta y tres euros el baño arabe con masaje relajante, que nosotros engordamos con los 15 minutos extra de masaje.
Como en todos, sales relajado y algo laso, por lo que lo recomiendo disfrutarlo a la finalización del día.
El personal que te atiende tanto en recepción como en el masaje es bastante amable y eficiente, esto último lo más importante en referencia al masaje, así que con estos mimbres no puedo otra cosa que recomendar el disfrute de este bello y encantador lugar que cuenta con una buena relación calidad precio.