El Hotel Hesperia de Vigo está en la Avenida de la Florida, 60, una zona bastante alejada del centro de la ciudad. No es un hotel para ir en plan turista.
Mi habitación estaba en una de las últimas plantas, pero esto no me proporcionó grandes vistas proque el hotel está rodeado pro edificios que superan su altura. Era una habitación decorada con sencillez, con algún toque moderno, confortable y nada sobrada de espacio. Si hubiera viajado con mi marido hubiéramos estado como dos sardinas en la misma lata.
Sorprende que este hotel tenga cuatro estrellas. Estaría sobrado con tres. Es un hotel que te queda lejos de todo y que tiene ciertas desventajas en cuanto a comodidades. Por ejemplo, en mi habitación el aire acondicionado no funcionaba. Vinieron a arreglarlo y quedó casi como estaba.
Sólo la amabilidad del personal merece la cuarta estrella. Son muy atentos. Ellos no tienen la culpa de que el hotel tenga una gestión deficiente. Es incomrpensible que un cuatro estrellas no tenga la cafetería abierta todo el día o que carezca de parking. Por suerte no hay problema para aparcar en los alrededores, pero, aun así, no estaría de más que pudieras dejar tu automóvil en un sitio seguro.
Entre sus ventajas añadiría también la limpieza. Estaba muy limpio, tanto la habitación como el cuarto de baño como las estancias comunes.
El cuarto de baño no era grande. Tenía una bañera con aspecto de los años 70, grifería antigua, exceptuando los grifos del lavavo y nada de mampaaras.
Los muebles de la habitación eran estilo Ikea, sobre todo la mesa donde estaba el televisor, nada del otro mundo, y el escritorio con sus sillas. Mi habitación tenía un pequeño balcón.
Lo que sí me gustó ue el desayuno. Te lo servían en un comedor sencillo. Era un tipo buffet que tenía hasta jamón ibérico. Pero las cantidades no eran nada abundantes.