El Caribe Ibiza Hotel está en la playa Es Canar. Se trata de un hotel poco cuidado y en el que las atenciones al huésped dejan mucho que desear.
Nada más llegar a nuestra habitación tuve la primera mala impresión al asomarme a la ventana y contemplar unas vistas a un poblado chabolista. Me desagradó. Mis decepciones siguieron al entrar en el cuarto de baño y ver varios grifos estropeados. Se lo comenté a los de recepción y me dijeron que el operario que les arreglaba los desperfectos estaba de baja laboral. Había que fastidiarse.
¿Más decepciones? Pues sí. Llegamos a mitad de semana y nos encontramos que los jueves nadie te hacía la habitación ni te cambiaba las sábanas. Apareció una camarera de habitación con toallas limpias. ¿Y las sábanas? Teníamos que arreglarnos con las del día anterior.
Encima Ibiza ciudad te queda a unos diez minutos de coche. Tuvimos que alquilar un automóvil. Menos mal que el hotel tiene parking gratuito.
El Caribe Ibiza Hotel es un hotel escaso de lujos y falto de comodidades. Lo único que me gustó fue la piscina. Estaba limpia y podías nadar tranquilamente. Las estancias comunes también estaban limpias. La habitación ya he dicho que había un día que no la hacían.
Mi marido quedó contento con el desayuno inglés que servían. No era nada raro que lo hicieran porque la mayoría de los huéspedes eran británicos. Bacón, huevos, bollería, pan, fruta, zumos, cereales, yogures,... No pasabas hambre.
Con los ingleses el personal era muy amable. Hasta el punto de que te saludaban en inglés también si eras española.
Los animadores del hotel no permitían que te aburrieras. Tenían la piscina tomada literalmente. Juegos, actividades y mucho inglés.