Si estáis pensando en comprar una televisión de gran formato, ésta es una gran elección de una marca de confianza como LG. Se trata de un televisor de 42 pulgadas, que además incorpora un disco duro de 160 GB para grabar y reproducir contenidos.
La pantalla tiene una resolución de 1366 x 768, por lo que es una televisión HD Ready. Ciertamente, y dependiendo de lo grande o pequeño que sea vuestro salón (o el lugar donde lo pongáis) este nivel de definición puede ser un tanto escaso para una pantalla tan amplia, sobre todo si vaís a reproducir contenidos en Full HD como películas en Blu-Ray o si vais a jugar en consolas de última generación como PlayStation 3 o XBox 360. Sin embargo, una televisión de 42 pulgadas no es para habitaciones pequeñas, así que a una distancia prudencial en la mayoría de las situaciones no notaréis defectos en la imagen.
En lo que respecta a la calidad de la imagen, ésta se muestra muy nítida, con gran contraste y colores vivos y correctamente saturados. Por supuesto, estos valores se pueden ajustar desde el menú OSD, que está disponible en varios idiomas (entre ellos el castellano) y es de un uso intuitivo y fácil.
El sonido siempre es el punto débil de este tipo de televisiones, y si somos un poco exigentes tendremos que conectar unos buenos altavoces haciendo uso de las salidas que posee la televisión o, directamente, enchufando la salida del reproductor de DVD/Blu-Ray o de nuestra consola de última generación.
Por lo demás es una excelente televisión, con una gran calidad de imagen, no tan gran calidad de sonido (aunque nada por debajo de la media en este tipo de televisiones) y una construcción sólida y de calidad, con todas las entradas y salidas necesarias.
Recomendable.