El Hotel Eurostars de Toledo está a unos dos kilómetros del centro de Toledo. Puedes ir hasta el centro dando una caminata de media hora o bien en taxi o bus. En coche llegas en uno cinco minutos.
Yo hubiera preferido alojarme en un hotel más céntrico, pero mi marido optó por este hotel situado en las afueras de la ciudad porque quería un alojamiento más tranquilo.
Desde luego que tuvimos tranquilidad. En aquella zona no hay nada de nada. Como no te introduzcas en la ciudad no puedes ni tomar una copa, a no ser que estés dispuesta a contentarte con lo que te sirvan en el hotel.
El hotel no es nada del otro mundo, pero causa buena impresión. Nada más entrar ves los ordenadores de conexión gratuita a Internet. También puedes conectarte desde la habitación.
La gratuidad queda en la wi fi. El parking te lo cobran, unos diez euros. Casi me sorprendí de que por la cena sólo nos cobraran 20 euros persona en el restaurante. Me esperaba bastante más.
Nuestra habitación era muy sencilla. Estaba decorada como una habitación de estudiantes. Un par de mesillas de noche, un escritorio, dos armarios de grandes dimensiones, la cama amplia.
Nos sorprendieron con un teléfono en el cuarto de baño. Supongo que era por si quedabas allí encerrada. Tenías teléfono para llamar al 112. El cuarto de baño era precioso, de mármol, muy limpio. No pegaba para una habitación de decoración sencilla.
Los precios del contenido del minibar, quitaba las ganas de tomarte una cerveza. Una de cal y otra de arena. El servicio de habitaciones, era asequible. Nosotros nos arreglamos con él y pasamos del desayuno de buffet. Compramos una pizza y nos llegó también para desayunar.
Nuestra estancia en este cuatro estrellas no nos salió nada cara. Por noche pagamos 44 euros. Pero yo hubiera preferido pagar algo más y estar en el centro de Toledo. No tengo queja del personal. Fueron muy amables con nosotros. El hotel estaba muy limpio, sobre todo los cuartos de baño y las habitaciones.