El Hotel La Rápita es un tres estrellas que se encuentra en Sant Carles de la Rápita, localidad de la costa tarraconense.
Es un hotel perfecto para los que gustamos de instalaciones hoteleras ubicadas lo más cerca posible de la playa. En concreto este hotel está en primera línea del maravilloso arenal bañado por un mar poco peligroso, sobre todo para los que estamos acostumbrados a la furia de las aguas del Atlántico. El Mediterráneo nos parece, en comparación, un plácido lago.
Cerca del hotel se encuentra el puerto y el Club Naútico. También hay numerosas tiendas donde puedes fundir la Visa sin casi darte cuenta.
La decoración del hotel es sencilla y funcional, tal como esperas de un tres estrellas de estas características. Tanto las habitaciones como los espacios comunes destacan por su limpieza. Lo mismo se puede decir del baño, donde no faltaba una bañera amplia con ducha y un kit de baño más que suficiente. Las toallas no te las regateaban, al contrario.
La habitación que nos tocó a nosotros era amplia. La cama de matrimonio muy cómoda. Sobre la mesa del escritorio estaba el televisor que funcionaba muy bien, pero yo deseé que fuera más grande para no echar de menos el de casa. No nos falto una buena conexión a Internet ni un minibar bien surtido.
Las vistas eran preciosas. Por una vez los de la agencia no nos daban gato por liebre. Salías al balcón de la habitación y tenías unas vistas preciosas al mar.
Apenas comimos en el hotel. Los primeros dos días nos quedamos a desayunar. Después ni eso. Había restaurantes por la zona que estaban bien de precio y servían unas comidas excelentes.
El trato del personal del hotel fue una delicia. Todos fueron muy amables, incluidos los de recepción.
Pasamos unas noches muy tranquilas pese a estar el hotel ubicado una zona con bastante marcha nocturna. Volvería sin pensármelo dos veces.
El precio nos salió bastante bien. Pagamos 50 euros noche con derecho a desayuno y era temporada alta.
No quiero terminar sin hablaros de la piscina con tobogán. Me lo pasé pipa en ella. La piscina del tobogán estaba pensada para los niños, pero yo me metí en medio como una niña más. En un par de ocasiones nos sumamos a las animaciones del hotel y también lo pasamos de cine.