Una noche tuve que recibir en mi casa a bastantes invitados por un evento familiar así que decidí alojarme en este hotel durante una noche, y tengo que decir que la experiencia fue mala. No pegué ojo en toda la noche ya que está situado muy cerca de zonas de marcha y se encuentra pésimamente insonorizado: el ruido con la ventana abierta no era mucho más intenso que con ella cerrada.
Además, el personal era un poco antipático (no sé si porque llegué de noche y todo el mundo quería irse a dormir o porque siempre se comportan de esta manera), y el colchón era demasiado duro. Siendo un hotel, y por lo tanto yendo personas de todo tipo a dormir en él, deberían poner colchones con durezas medias, igual que los que ponen en la inmensa mayoría (por no decir todos) de los hoteles. Además, el precio por la habitación era carísimo, 60 euros totalmente sobrevalorados dado el mal servicio.
Además el hotel tiene un aspecto muy antiguo: las habitaciones pequeñas con calefacción bastante poco potente (Zamora en invierno no es precisamente las Islas Caimán), el mobiliario anticuado y la limpieza muy mejorable. Además, no tienen servicio de habitaciones.
La única gran ventaja de este hotel es que está situado en una zona céntrica, y por eso tienes todos los comercios y la vida social a pocos metros (también por la noche, como dije, con la molestia que eso conlleva), pero por ese precio es mucho mejor alojarse en cualquier otro hotel de Zamora, que los hay y muy buenos, y por la diferencia pagarse el autobús hasta el centro...
Saludos.