Hola, amigos de Xakia:
En verano de 2009 estuve durante una semana entera recorriendo rutas a lo largo y ancho de Navarra. Pamplona, es su capital y principal ciudad.
Estuvimos alojados en un hotel de Villava localidad muy próxima a la capital y que tiene comunicación con ella a través de una línea de autobuses urbanos, en concreto la 4V.
Tras varias excursiones por la mayor parte de Navarra, reservamos el último día de nuestra estancia a recorrer el centro de la capital navarra.
Ya nos habían dicho que no era muy grande y así es, no es de una gran extensión y pudimos verla bastante bien en un día. Además, tras unos días de climatología algo revuelta con temperaturas no habituales en agosto, tuvimos el día más soleado de todo el viaje e hizo bastante calor.
Esa mañana salimos desde Villava con el autobús 4V y bajamos en una parada muy cerca del parque de la Taconera. Este parque se enclava en la zona de las antiguas fortificaciones, y en su zona baja (no accesible al público) han sido acondicionadas unas cuantas especies animales (ciervos, pavos reales, cabras y otras aves) que hacen las delicias de los más pequeños.
Tras pasar por delante del monumento al gran tenor navarro del siglo 19 (de la localidad pirenaica de Roncal) Julián Gayarre, nos adentramos en su peatonal y animada Calle Mayor, llena de tiendas. Entramos a visitar la iglesia de San Cernin o Saturnino, de origen francés ya que en la Edad Media hubo una importante población gala viviendo en la ciudad. De ahí llegamos a la pequeña plaza del Ayuntamiento, desde cuyo balcón se dispara todos los 7 de julio el "chupinazo" que ante la multitud declara inaugurada la fiesta de los Sanfermines.
Este lugar es el corazón del centro histórico. De ahí fuimos a la Catedral de Santa María, principalmente gótica pero en la que destaca una atípica portada neoclásica con columnas y frontón griego. Nos asomamos por la calle Redín a disfrutar de las vistas de la ciudad que se pueden disfrutar desde lo alto de las fortificaciones desde las que se asoma la ciudad vieja.
Volviendo a bajar al centro, giramos a la izquierda por la famosa calle Estafeta, también peatonal y animadísima, con muchas tiendas de recuerdos, restaurantes y tascas. Junto a ella la gran plaza de Pamplona, la Plaza del Castillo, porque mucho tiempo atrás fue el lugar del desaparecido castillo, destruido en alguna lejana guerra. Plaza (afortunadamente la hicieron peatonal hace algunos años) muy grande, casi cuadrada, con soportales, con un gran aire de plaza mayor, de lugar donde reunirse y hacer vida social. En su centro, entre jardines, el gran kiosco de música. En la plaza pasamos la sobremesa tras comer de menú de 10 euros (quien me lo iba a decir) en el emblemático Café Iruña, el de la estatua de la señora en la puerta,a la que inmortalizamos connuestra cámara.
Finalmente tras pasear un poco más por las callejas peatonales próximas a la Plaza del Castillo, comprando algún recuerdo como caramelos de café marca "7 de Julio", y alguna cosa más, andando por el Paseo Sarasate salimos a la Avenida la Baja Navarra a buscar el autobús de regreso al hotel de Villava, cansados pero satisfechos de conocer una ciudad acogedora, afable, sobria y muy limpia. Y también tranquila y agradable de pasear (si no vas en la semana grande)
En resumen, Pamplona bien merece al menos un día completo para conocerla un poco bien.
Gracias por la atención y un saludo a todos.