Bajo mi criterio es uno de los lugares que no debéis dejar de visitar, aunque sólo sea para contemplar su belleza exterior, que goza de una ornamentación característica portuguesa, conocido como arte Manuelino y que se me asemeja, salvando las distancias entre una y otra tendencia, al Churrigueresco español.
A través de sus cinco plantas podemos contemplar claras influencias islámicas en su decoración, así como alusiones a la faceta descubridora y colonizadora portuguesa.
La Torre se encuentra enclavada a orillas del Tajo, y se me antoja que en su día fue construida con objetivos militares de vigilancia y defensa, con sus garitas y cañoneras que dejan bien a las claras su cometido.
En el lugar en el que se enclava existe una amplia explanada de aparcamientos donde podéis dejar vuestro vehículo, en la que os asaltaran un buen número de pedigüeños y vendedores de gafas de sol, postales y otros productos.
También existe la posibilidad de llegar al lugar utilizando el transporte público, bien en tranvía o en autobús.
Como curiosidad, que si no me explican no llego a entender el porqué de su forma, parece que pretende emular a un barco, pues se encuentra en el lugar desde donde partían las expediciones que partieron en busca de nuevas rutas comerciales con la India e inicio de la actividad descubridora.