La Posada del Duratón está situada en Sebúlcor (Segovia), junto a las Hoces del río Duratón y la ermita de San Frutos, un paraje verdaderamente impresionante, donde se pueden contemplar decenas de buitres que sobrevuelan por encima de las cabezas de los visitantes.
El establecimiento dispone de veinte habitaciones, entre suites, habitaciones dobles y sencillas, decoradas cada una de ellas de manera diferente y con un nombre alusivo a los parajes que recorre el río Duratón.
La Posada forma parte de la oferta de Hoteles con carácter del Club de Calidad Rusticae y visto desde el exterior, el edificio tiene aspecto de iglesia.
En el interior, su arquitectura está basada en vigas de maderas nobles, suelos combinando barro y mármol, barandillas hechas con llantas de carro, etc...
Además, todas las estancias están decoradas con piezas de anticuario (pilas bautismales antiguas, incluidas).
La Posada cuenta además con un restaurante donde se ofrece una cocina variada, contundente y de calidad: asados, judiones, empedrados, etc... y también, facilita la organización de diversas actividades en el Parque Natural de las Hoces del Duratón: rutas en bicicleta, navegación en piragua, rutas a pie y a caballo, escalada y paseos en globo por el cañón del río.
Mi experiencia personal:
Mi marido y yo pasamos un fin de semana romántico tanto el alojamiento como los desayunos y las cenas que tomamos en el hotel estuvieron perfectos. La dueña, atenta y amable, presta a informarnos de todo lo que requeríamos y en cuanto al precio, nosotros ocupamos la habitación "La Calleja" y el precio fue de unos 65€ por noche. El único aspecto negativo es el mal aislamiento acústico de la habitación. El resto, impecable.
Si bien es cierto que el precio del alojamiento y del restaurante es algo elevado, la compensación viene del exquisito y familiar trato que se obtiene a cambio.