La isla interior, dirigida por los canarios Dunia Ayaso y Félix Sabroso es un drama desgarrador.
La acción transcurre en una localidad canaria, donde vive la familia formada por dos hermanos, Coral y Martín, y sus padres. El padre (Celso Bugallo), que padece esquizofrenia y ha intentado suicidarse tirándose por una ventana, está hospitalizado. Por ello, la tercera hermana, Gracia, vuelve a casa para verle.
Los tres hermanos llevan vidas muy diferentes y sin embargo, se necesitan. La única pega es que no saben, o no quieren, ayudarse. Cada uno vive en su propia “isla interior”, con temor a haber heredado la esquizofrenia de su padre.
Sus bazas más importantes son un guión brillante y un gran trabajo actoral especialmente de San Juan, en estado de gracia y de Geraldine Chaplin, como madre dominante y perversa.
La historia está tan bien contada y los personajes tan magníficamente construidos que el filme interesa de principio a fin, sin pecar de excesiva en ningún momento.
Es una película, que incita a pensar y encoge el estómago y cuya principal pega es que se hace corta. Eso, y un cartel, que recuerda peligrosamente a los de Almodóvar.