El Restaurante Amayra te ofrece un menú de dos platos y postre por 20 euros. Me parece que está muy bien. No es que sea una comida inolvidable, pero por 20 euros poco puedes pedir.
Los camareros son jóvenes y eficientes. Te sirven rápido y no tienes que esperar horas para pagar la cuenta.
La última vez me dieron una mesa pegada a la cristalera que no me gustó nada. Prefiero mesas lejos de las ventanas.
Por lo demás no tengo queja. Las anchoas ahumadas con salsa de tomate estaban sabrosas. Lo mismo puedo decir de la carne con pimientos de piquillo y patatas panaderas. El pato no me gustó. Muy seco para mi gusto.
Lo que fue inolvidable fue la tarta de queso que me sirvieron de postre. Yo prefería tarta de chocolate, pero no había. Tras haber probado la tarta de queso casera no la hubiera cambiado por un trozo de tarta de chocolate.
El restaurante está decorado de manera muy alegre, con colores vistosos que le dan vitalidad.