Esta crema depilatoria facial de la marca Taky es comodísima de usar. Viene en formato de tubo con un aplicador con el que es más fácil extender el producto, que básicamente hay que aplicar a la zona que queramos depilar, esperar unos minutos y luego retirarlo con la espátula que incluye en la cajita, y si no se quita con facilidad, sólo hay que esperar unos minutos más.
El tiempo recomendado de aplicación es de 5 minutos, pero si tenemos pelillos un poco rebeldes podemos dejarla más tiempo aplicada, pero no más de 10 minutos. El proceso es totalmende indoloro y realmente quita todos los pelos, luego no hace falta nadar con las pinzas si esperamos el tiempo adecuado a que la crema haga efecto. Además, al tener aloe vera y camomila cuida la piel y no la irrita, os lo digo porque en el caso de personas como yo que tenemos la piel bastante sensible esto es bastante importante, porque he usado otras cremas y me irritaban mucho la piel. Una cosa que sí hay que destacar es que la crema huele bastante mal, pero vamos, no es nada demasiado molesto y es algo común en este tipo de productos de depilación debido a las sustancias depilatorias que emplean.
Pero todo no pueden ser puntos a favor, porque la depilación con esta crema dura menos que con la cera, en mi caso a las dos semanas tengo que volver a usarla. Cada tubo sale por unos 2,90 euros y puede comprarse en cualquier droguería grande. En mi caso me cuesta encontrarla porque prácticamente no la hay en mi barrio, pero ya tengo un par de tiendas localizadas donde sé que la hay, aunque no están próximas a mi casa. En cualquier caso, el producto merece la pena, y por dejar a un lado el dolor de la cera soy capaz de ir a donde sea necesario.
Pues eso, es un producto que recomiendo.