Utopía o realidad
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Incidencias
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Acerca de:Tefal Actifry FZ 7000
Ventajas:Fácil de usar, de limpiar y economía en aceite
Desventajas:Algo ruidosa y cara
Hace bastantes años que uso la freidora para determinados alimentos, en lugar de la sartén convencional, pero hace unos meses se me estropeó la que tenía y decidí probar suerte con esta, al hacerme eco de su publicidad basada en que con una simple cucharada de aceite se podía freir un kilo de patatas.
Tengo que reconocer que no confiaba mucho en esta posibilidad, más bien me parecía una utopía, pero pensé que si en vez de una cucharada eran unas cuantas, nunca llegaría a ser los dos litros que echaba a la anterior, por lo que bien podría amortizar el gasto (la diferencia de precio entre ésta y las convencionales es más que notoria).
El caso es que acabé comprándola y aunque al principio me decepcionó un poco, porque notaba que los alimentos tardaban mucho más en freirse que en la anterior freidora, con el tiempo he aprendido una serie de trucos para hacerlo más rápidamente. Por ejemplo, en freir unas patatas fritas normales solía tardar unos cuarenta minutos; pues bien, lo que hago ahora es cortarlas mucho más finas y tardo la mitad. Así, he visto que esta solución se puede aplicar a cualquier alimento y en el caso de que esto no fuese posible, la opción sería dar un golpe de calor al alimento, quitando la paleta interior y después continuar normalmente. Otro fallo que he encontrado es que es realmente ruidosa y que la superficie del aparato alcanza temperaturas bastante altas.
Aún así, las ventajas hacen que merezca la pena. Por ejemplo, al principio hablaba del precio y tengo que reconocer que es cara, pues teniendo en cuenta que me costó 179 euros, cualquiera de las tradicionales sale por menos de la mitad, pero tengo que reconocer que se amortiza en poco tiempo simplemente haciendo cálculos en el ahorro de aceite.
En cuanto a diseño, me ha gustado bastante. Es de forma redondeada y la tapadera es de plástico transparente, lo cual permite que puedas ver el estado de los alimentos en todo momento, sin necesidad de abrirla. Se abre a presión. En la parte superior hay dos botones: uno es el on/off y el otro un temporizador. El cubilete interior, de color negro, es de acero inoxidable y en el centro del mismo hay una paleta cuya función es la de girar y brasea los alimentos. Esta paleta, en función de lo que vayamos a hacer, se puede o se debe quitar o poner. Todos los elementos de la freidora se pueden quitar una vez que el aparato se haya enfriado para lavar a mano o lavavajillas, lógicamente, excepto el cuerpo central que no se puede mojar.
Quiero destacar también la ausencia de olores cuando se preparan alimentos con este electrodoméstico, lo cual es una ventaja muy significativa, así como que viene con un pequeño recetario, lo cual es muy útil ya que el aparato no sólo es una simple freidora, sino que con ella podemos elaborar unos sencillos pero exquisitos menús.
Resumiendo, considero que esta freidora es una buena opción, a la que cuesta un poco acostumbrarse, pero que merece la pena ya que se amortiza enseguida.
Tengo que reconocer que no confiaba mucho en esta posibilidad, más bien me parecía una utopía, pero pensé que si en vez de una cucharada eran unas cuantas, nunca llegaría a ser los dos litros que echaba a la anterior, por lo que bien podría amortizar el gasto (la diferencia de precio entre ésta y las convencionales es más que notoria).
El caso es que acabé comprándola y aunque al principio me decepcionó un poco, porque notaba que los alimentos tardaban mucho más en freirse que en la anterior freidora, con el tiempo he aprendido una serie de trucos para hacerlo más rápidamente. Por ejemplo, en freir unas patatas fritas normales solía tardar unos cuarenta minutos; pues bien, lo que hago ahora es cortarlas mucho más finas y tardo la mitad. Así, he visto que esta solución se puede aplicar a cualquier alimento y en el caso de que esto no fuese posible, la opción sería dar un golpe de calor al alimento, quitando la paleta interior y después continuar normalmente. Otro fallo que he encontrado es que es realmente ruidosa y que la superficie del aparato alcanza temperaturas bastante altas.
Aún así, las ventajas hacen que merezca la pena. Por ejemplo, al principio hablaba del precio y tengo que reconocer que es cara, pues teniendo en cuenta que me costó 179 euros, cualquiera de las tradicionales sale por menos de la mitad, pero tengo que reconocer que se amortiza en poco tiempo simplemente haciendo cálculos en el ahorro de aceite.
En cuanto a diseño, me ha gustado bastante. Es de forma redondeada y la tapadera es de plástico transparente, lo cual permite que puedas ver el estado de los alimentos en todo momento, sin necesidad de abrirla. Se abre a presión. En la parte superior hay dos botones: uno es el on/off y el otro un temporizador. El cubilete interior, de color negro, es de acero inoxidable y en el centro del mismo hay una paleta cuya función es la de girar y brasea los alimentos. Esta paleta, en función de lo que vayamos a hacer, se puede o se debe quitar o poner. Todos los elementos de la freidora se pueden quitar una vez que el aparato se haya enfriado para lavar a mano o lavavajillas, lógicamente, excepto el cuerpo central que no se puede mojar.
Quiero destacar también la ausencia de olores cuando se preparan alimentos con este electrodoméstico, lo cual es una ventaja muy significativa, así como que viene con un pequeño recetario, lo cual es muy útil ya que el aparato no sólo es una simple freidora, sino que con ella podemos elaborar unos sencillos pero exquisitos menús.
Resumiendo, considero que esta freidora es una buena opción, a la que cuesta un poco acostumbrarse, pero que merece la pena ya que se amortiza enseguida.
Fecha:18:10:45 05/04/11
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Votos:no disponible.
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