El Club de Lucha es una novela que tiene sólo 244 páginas.
Chuck Palahniuk consigue atraparnos desde la primera página con una trama original que nos cuenta en primera persona Jack, uno de los protagonsitas de la novela.
Jack se nos presenta como un hombre aburrido de su vida. Trabaja en un taller de reparación de coches, un trabajo que no lo satisface y menos lo satisface su jefe, al que nunca se refiere por su nombre.
Su vida cambia cuando conoce en un avión a un peculiar personaje que acaba admirando tremendamente. Me refiero a Tyler Durden, el fundador del Club de la lucha, un club de boxeo clandestino en el que muchos hombres grises, cansados de la sociedad consumista en que viven liberan sus tensiones diarias.
¿Liberan? Por supuesto. Estos hombres se reunen en sótanos y parkings sin gente para liarse a puñetazos. Estas peleas tienen una serie de normas de obligado cumplimiento. Por ejemplo pelear sin zapatos y sin camisa. La pelea acaba cuando uno de los combatientes pide el final.
Muchos habréis visto la película basada en esta novela que protagonizó Brad Pitt. La novela es más interesante.
Es una novela dura, en la que no faltan escenas de violencia contadas con todo detalle por parte del autor. A lo largo de la novela está muy presente la admiración que siente Jack por el fundador del club de la lucha. Nota que le ha cambiado la vida, que desde que participa en estas peleas donde sólo utilizan los puños tiene otro aliciente para vivir.
Me gustó la novela pese a lo que tiene de violenta. Es una novela que critica el consumismo que a muchos no los hace felices. Tienen unos empleos que no los llenan como personas, se ven inducidos a consumir sin límite. Cuando se quitan la camisa y los zapatos se sienten libres de esa sociedad que los oprime.