Delial es sinónimo de verano. Desde pequeña, mi madre utilizaba los productos de esta marca y a mí, personalmente, me retrotraen a la infancia. Por eso, cuando vi el spot de Delial Golden Protect en televisión, me fue imposible evitar buscarlo en la Tienda del Sol en mi siguiente visita a El Corte Inglés.
Con un SPF30, no es un protector para usar durante los primeros días de sol, cuando aún no nos ha abandonado el blanco nuclear, porque, desde luego en mi caso, éste es un factor de protección escaso. Pero, una vez que hemos cogido un tono tostadito tan favorecedor, ésta es una loción estupenda.
Lo que más me gusta de ella, aparte de que se absorbe con rapidez y no deja sensación de grasa en absoluto, es su olor: dulce, riquísimo, a monoi, uno de sus ingredientes, junto con el extracto de perla. Decididamente es un olor a verano que me encanta.
No obstante, reconozco que sus destellos de purpurina pueden no gustar a todo el mundo. A mí, debo reconocer que me chiflan: la piel queda espectacular cuando el sol
incide sobre ella, brillante y preciosa y, lo mejor de todo, no contiene autobronceadores, un producto que odio desde que en una ocasión me lo apliqué y me convertí directamente en una cebra.
Con un precio que ronda los once eurillos, la recomiendo a las amantes de la piel brillante y tostada.