La crema ocho horas de Elizabeth Arden nunca falta en mi bolso. Te la venden en todas las perfumerías en tubos de 50 ml que andan sobre los treinta euros, a no ser que la encuentres de oferta incluida en un pack de productos de la marca, cosa que es bastante habitual.
Es una crema que te vale para curarle arañazos y heridas a las niñas, para aplicar tras una depilación dolorosa, para aliviar los dolores de las quemaduras de todo tipo incluidas las solares, para hidratar esos codos y rodillas que amenazan con envejecer prematuramente,... Hasta la puedes usar como bálsamo labial si aguantas su olor un tanto desagradable.
Tiene otra desventaja además de su mal olor: lo pringosa que es. La piel no la da absorbido. Encima ropa que toca ropa que mancha para siempre jamás. Nunca he conseguido eliminar de una prenda una mancha suya.
Yo la compro más que para mí para las niñas. El tubo sólo tiene 50 ml y no te ocupa nada en el bolso. Resulta muy práctico cuando vas de viaje porque puedes curarle con esta crema esas heridas que se producen los niños. Mi niña le llama la crema que cura todo y tiene razón porque es una crema que vale tanto para curar unos labios agrietados por el frío como para aliviar los dolores de una depilación.