Nadie lo conoce es otra de esas novelas suecas de misterio que están tan de moda últimamente. Escritores suecos como Stieg Larsson y Henning Mankell, son de los más leídos.
En este caso la autora es otra, Mari Jungstedt, nacida en Estocolmo en los años sesenta y cuyo nombre ya goza de gran éxito, dentro de la novela escandinava. Su paso a la literatura, estuvo precedido del trabajo como periodista, trabajo fundamental para la ambientación y desarrollo de sus novelas.
Nadie lo conoce es la tercera entrega de una serie de novelas, cuyos títulos anteriores, son Nadie lo ha visto y Nadie lo ha oído.
Los datos de la novela son los siguientes:
Nadie Lo Conoce
Autor: Mari Jungstedt
Editorial: Maeva
Colección: Embolsillo
Encuadernacion: Tapa Blanda
ISBN: 9788415140177
Páginas: 344
La fotografía de la portada, un paisaje desapacible en que un conjunto de piedras colocadas estratégicamente en círculo rodean el fuego de una hoguera, es reveladora. El título Nadie lo conoce, no me parece por el contrario tan revelador, no queda tan claro una vez leído el argumento.
En esta novela, el comisario Knutas y el periodista Berg, se tendrán que enfrentar a un caso de asesinatos en serie. Asesinatos en serie cuyo escenario es la isla de Gotland en tiempo de verano y que por su particular repetición y por su violencia, parecen ser que forman parte de un ritual.
Los capítulos son señalados a modo de calendario, comenzando un lunes 28 de junio y terminado un viernes trece de agosto.
En estos meses transcurre la historia que comienza, cuando dos pequeñas descubren a su pequeño poni degollado y parece ser que se han llevado su cabeza y su sangre.
A esto se suma la desaparición de Martina Flochten, una estudiante de arqueología que junto a una veintena de estudiantes más, trabajaban desenterrando lo que en el milenio anterior, había sido un puerto vikingo.
Una vez encontrado el cadáver de la joven el modo tan violento de ejecutar el crimen y las señales que presenta, parecen abrir el interrogante: ¿Estará relacionada la muerte del caballo y el de la joven estudiante? ¿Estas muertes forman parte de algún ritual?
No faltan más muertes de personajes y de caballos, a medida que avanza la acción del argumento.También existen algunos robos, que pueden despistar al lector o al contrario ponerle en alerta.
Tampoco faltan detalles de la vida familiar y afectiva de cada una de los protagonistas, especialmente del comisario Knutas, que a menudo no encuentra el tiempo necesario para disfrutar de una relajada convivencia familiar, el periodista Berg, que a punto de ser padre parece reflexionar sobre ciertos aspectos de su relación de pareja.
En mi opinión Nadie lo conoce, es una novela entretenida, pero que a pesar de lo que había podido dar de sí, lo que es el nudo central del misterio, la intriga de los antiguos rituales vikingos, se queda en un simple entretenimiento de querer saber lo que pasa, o de buscar un culpable.
Esto es lo que principalmente hace que se continúe leyendo con avidez la novela hasta el final, pero para mi gusto, carece de esa emoción y esa sorpresa final, de esas páginas de suspense que te quedas con ganas de más porque realmente son adictivas.
Se pierde en descripciones de la vida del periodista o el comisario, sin ahondar lo suficiente en los personajes secundarios, como el profesor Steffan Mellgren, Eskill Rondahl, trabajador en un almacén de la Sala de Arte y algunos pocos más que tendrían que llevar un buen peso en la novela, porque al fin y al cabo a los lectores nos gusta conocer si existen motivaciones para que alguno de ellos pudiese haber cometido tales crímenes.
El final me resultó bastante previsible, pero más que nada porque no existían demasiado personajes secundarios y por descarte ( no por buen conocimiento de cada uno)se llega al asesino.
Aún así no dejo de recomendarla para pasar un rato bastante entretenido, ya que la lectura es ágil y engancha, el tema es atractivo e intrigante pero sobre todo los que han disfrutado de los anteriores casos del comisario Knutas, con este seguramente que también lo harán.