Hace un tiempo opiné sobre un tónico... realmente apestoso. Os resumo: para intentar tratarme el acné fui a ver qué me recomendaban en el Yves Rocher. Los productos serán buenos (en general), pero vaya a la tienda que vaya las recomendaciones son un desastre. Me llevé el gel limpiador, el tónico y una crema. Un desastre.
EL PRODUCTO:
Es un gel transparente, que aplicas sobre la cara húmeda. Hace espuma y te limpia no sólo el maquillaje sino también las impurezas (puntos negros, espinillas). En teoría, evita que te salgan puntos negros y espinillas y reduce las que ya tienes.
La verdad, es como si te echases alcohol, pasta de dientes o un ajo macho bendecido por la luz de la luna: agresivo e ineficaz.
No sólo no noté beneficio ninguno sino que la piel se me resecó, se ponía roja... No tengo la piel sensible, y tampoco era un acné rebelde porque con otros productos básicos y económicos conseguí mantenerlo a raya sin más quebraderos de cabeza.
No funciona, irrita y reseca. ¿Es agradable de usar, al menos? Bueno, para ser sincera, es fácil de aplicar: un gel transparente muy suave, espumita y fácil de sacar. Pero el olor... es terrible. Y resistente, como mis impurezas. Allí seguían, uno y otras.
Huele a esos productos de laboratorio que apestan de lo eficaces que son XD. Pero aquí se centraron en copiar el olor y no la efectividad. Si funcionase... ya que huela a gasolina o huevo podrido (sí, a ciertas edades todo es soportable por una piel sin mácula). Si no funciona, al menos que limpie un poco, no dañe y huela bien. Pues nada de eso, no han dado ni una.
Con poca cantidad ya te arregla, estupendo si funcionase. Como no, el tubo se alargó en el tiempo para mi desesperación. Y lo terminé, y la cara era un desastre. Limpia el maquillaje, luego le hecho Nivea gorda (de esa tan grasa de la caja azul) para reparar la sequedad y la rojez. Así conseguí acabarlo, a marchas forzadas.
EL ENVASE:
El envase no tiene ciencia ninguna, es un tubo flexible (como el de la pasta de dientes) con una tapa de presión. Es cómodo para llevar de viaje y para tener en la pileta, se aguanta de pie sobre la tapa y no tiene escapes.
La estética es del tipo “medicinal”, blanco y sobrio. No hay concesión a la estética atrayente, es de esas cosas cuya eficacia necesitas y compras por muy feo que sea el envase. Como digo, el olor y la estética la calcan. Los resultados, no.
EL PRECIO Y EL DÓNDE:
No recuerdo el precio en sí, porque me llevé tres productos. Recuerdo que dije, si me va bien no está mal empleado. Así, muy económico no era. Y como es horrible... resulta una completa pérdida de tiempo y dinero.
Son 75 ml de producto, bueno porque así me deshice pronto de él (no soy de las que tiran las cosas) malo porque en comparación con otros limpiadores resulta caro. Aunque funcionase, porque otras marcas cobran un precio parecido por el doble de cantidad. Sale sobre los seis euros, así que comparando con limpiadores que me han dado mejor resultado (incluso para el acné), que valen lo mismo y que tienen más cantidad de producto... sin dudas os digo que no vale la pena. Ni por precio ni por calidad de resultados ¡ni por el olor!
Si aún tenéis la idea suicida de probarlo, por eso de que os sobra el dinero, lo podéis encontrar en la cadena de Yves Rocher. A menos que por fin lo hayan retirado del mercado, gran idea porque os digo que productos malos hay pero que encima te lo recomienden como la panacea para el acné... A mí me timaron, no os digo más.
CONCLUSIÓN:
Limpiar limpia, pero no funciona para las impurezas (que es para lo que es, vaya), apesta, irrita y reseca la piel. No quiero ni regalado, ¿queda claro?