Uno de los hoteles que más me gustan de Granada es el Hotel Alhambra Palace, un hotel desde el que puedes disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad.
Además tiene la gran ventaja de que está pegadito a la Alhambra. Todo un lujo. Nosotros solemos alojarnos en él cuando vamos en plan turistas a Granada. Nos resulta muy cómodo si vamos con las niñas porque te queda todo muy a mano y puedes prescindir del automóvil.
No es un hotel demasiado grande, pero suele estar hasta los topes. En alguna ocasión que fuimos tuvimos que buscar otro alojamiento porque tenía sus 115 habitaciones ocupadas. No es para menos porque allí te sientes transportada a otros tiempos. El hotel tiene una decoración muy árabe. Hasta el nombre de alguno de sus salones te recuerda la cultura musulmana en suelo español: salón árabe, salón Alhambra...
Los mismos motivos árabes que encuentras en las estancias comunes los tienes en las habitaciones. Nuestra habitación, la última vez que estuvimos, tenía unas espectaculares vistas de Granada. Estaba en la cuarta planta, que es donde están las mejores habitaciones en cuanto a vistas. Las de la tercera tampoco están mal, pero son mejores las de la cuarta planta.
También destacaría la amabilidad de sus empelados y su buen hacer, incluyendo a los cocineros. En la cafetería comimos alguna vez y quedamos muy satisfechos.
Este hotel de cuatro estrellas sólo tiene una desventaja: carece de piscina. Nosotros suplimos esta carencia acudiendo a unos baños árabes que hay cerca.
Su mayor ventaja es que la Alhambra te queda a unos cinco minutos de caminata. El centro de Granada a unos cinco minutos en coche. Poco bajamos a Granada centro porque siempre que nos alojamos en el Hotel Alhambra Palace es para ir a ver la Alhambra y ya comemos en el mismo hotel. Pedro si quieres ir al centro puedes acercarte en taxi o en uno de los muchos autobuses que pasan por delante del hotel.