Hay películas infantiles que se dejan ver por mayores y hay otras, como Polar Express, en las que te aburres como una ostra. Te consuelas pensando que a las niñas les gusta.
Mis niñas miraban sin pestañear la pantalla cuando salían los niños que iban en reno para la casa de papa Noel el día de Nochebuena. Yo me aburría a más no poder. No las dejé solas en el cine porque no era el caso.
Ni siquiera puedo decir que me gustaran los dibujos. Tanto el Papa Noel que daba regalos a los más pequeños de la casa como los propios niños parecían raritos. No se veían nada naturales. Ni eran unos dibujos como los de toda la vida ni conseguían la apariencia natural que sin duda buscaba el director del film.
Es una película de temática navideña. Mis niñas en Navidad muy bien, pero como les pongas el DVD ahora que no es Navidad ni le hacen caso. No es para menos. El guión no es nada original. Es de esas películas que los niños ven una vez con mucho interés y no te piden volver a ver.
Lo mejor de la película es lo bien reflejado que está el bien y el mal. Hay un niño que ayuda a los demás críos y está a punto de perder el tren por ser tan buen samaritano. Como era de esperar, sus buenas acciones son premiadas al ser elegido acompañante del mismísimo Papa Noel. Casi nada.
Por lo menos le pude decir a las niñas que la bondad merece la pena. Fue lo mejor de la película.