Este producto es perfecto para aquellas personas con pestañas débiles y/o poco espesas y es que se trata de una prebase de máscara de pestañas que sirve precisamente para fortalecer las pestañas. Con su uso continuado vamos a conseguir unas pestañas más fuertes y resistentes. Es como si salieran mas pelitos, aunque ese efecto es sólo visual. Realmente no salen más pestañas, sino que las que existen tienen como más cuerpo.
Es muy fácil de usar y es que es como cualquier máscara de pestañas, sólo que el líquido no es negro o marrón como suele ser habitual, sino blanco y ahí está uno de los pocos fallos que le veo. Al dejarte las pestañas blancas, no se puede usar solo, lo cual resulta muy engorroso para cuando vas con prisa ya que tienes que ponerte este producto y después la máscara, así que tardas el doble. Bueno, realmente no es el doble porque al aplicar la prebase ya estamos acondicionando las pestañas, así que después la máscara hay que trabajarla menos para un acabado perfecto.
El cepillo es de los antiguos, no de los sintéticos, pero para una prebase es suficiente. Además, al ser tan finito es muy fácil llegar a las pestañas interiores y se puede usar en las inferiores, pero yo ahí no me lo pongo porque tendría que maquillarlas después, y abajo no me gusta.
Lo peor, la durabilidad. No es porque la prebase traiga poca cantidad sino porque se seca enseguida. En dos meses ya no se nota tan líquida como siempre, aunque sigue quedando bien, lo que pasa es que hay que tener mas cuidado para que no queden grumos.
Y otro punto negativo es el precio, 25 euros, a lo que hay que añadir otros tantos pues te tienes que poner otra máscara encima, sea la que sea. Aún así merece la pena porque se nota mucho y es que las pestañas ya no se me caen cuando me desmaquillo.