Los insectos hacen pasto en mi piel en verano y la única manera de evitar el picor de sus picaduras es con Calmapica.
Lo que te estás poniendo es amoníaco, pero lo haces con un producto que compras en farmacia y que aplicas con una especie de bolígrafo que lo contiene.
Durante cada verano me gasto unos cuantos bolígrafos de Calmapica. Se trata de aplicar sobre la picadura un poquito. El efecto es inmediato: notas que deja de picarte y, en consecuencia, dejas de sentir unas horrorosas ganas de rascarte.
Va muy bien la Calmapica tanto para mayores como para pequeños. Mis sobrinos lo utilizan y les va de cine. Yo, en verano, siempre llevo un envase en el bolso cuando voy a la playa o al campo, sobre todo si voy al campo. Es donde más me pican los mosquitos.
Poco me cunde el envase de 15 ml. Encima es caro. Me costó 5,95 euros.
Como os decía, lo pueden usar hasta los niños siempre que no sean menores de dos años. Yo uso mucho la Calmapica. Cuando empecé a aplicármela sobre las picaduras de los mosquitos no me hacía mucha gracia el frío que sientes en el momento de su aplicación, mientras no se te seca el líquido. Ahora estoy más que acostumbrada.
La Calmapica es lo más efectivo que hay para dejar de rascarse cuando te pica un insecto. Para lo único que no me lo he aplicado fue para una picadura de avispa. Esas picaduras son cosa seria y hay que consultar a un médico. Las demás picaduras de insectos se solucionan con algo de Calmapica.