Cuando estoy en Madrid casi prefiero los hoteles baratos, sobre todo si están tan bien situados como el Hotel Best Western Arosa, un hotel que se encuentra en la Gran Vía. Puedes desplazarte desde él en transporte público. Yo adoro ir en metro.
En el Hotel Best Western Arosa es mejor ir pensando desplazarte en transporte público porque estamos ante un hotel que no tiene parking. Yo en una ocasión que había alquilado un coche me las vi y me las deseé para aparcar por la zona. Tenía la alternativa de un parking público de pago, pero, después de que me dijeron los precios, opté por aparcar el coche donde le encontré sitio después de dar vueltas y más vueltas.
La estancia en este hotel siempre me salió muy bien de precio. Yo pido siempre un cuarto interior. Son habitaciones que tienen menos ruidos que las que dan a la Gran Vía.
El hotel es un cuatro estrellas que necesita una reforma que no acaban de hacerle. Van cambiando cosas. Por ejemplo, la última vez me dieron una habitación que se notaba que le habían cambiado los sanitarios hacía poco tiempo, pero habían elegido unos sanitarios muy de piso de barrio. Parecían salidos de una mezcla de Ikea y todo a cien.
Pero estaba too muy limpio y eso es lo importante. Las sábanas te las cambian a diario. Los suelos se ven limpios como una patena. Los espejos del baño están impolutos. En cuanto a limpieza hay que darles un diez.
El personal es muy profesional, pero sin amabilismos innecesarios.
Lo que más me gusta del hotel es el salón donde sirven los desayunos. Es un salón con aire antiguo que te hace pensar que el hotel ha vivido tiempos mejores. Tienes la sensación de estar en el típico salón de un palacio. Por eso nunca me pierdo un desayuno en este hotel.
El desayuno tampoco defrauda si no eres muy exigente. Mis exigencias a la hora de desayunar se limitan a pedir abundancia y variedad. Ambas cosas encuentras en este hotel. Hay gran cantidad de comida que va desde la bollería industrial típica hasta zumos variado de cartón o mucho embutido. La última vez que estuve había también huevos revueltos. Ni los probé. A mí un huevo nadie me lo mete por la mañana temprano, ni revuelto ni sin revolver. Mi estómago no aguanta ese tipo de comida. Yo soy de tomarme un zumo, un café y picar algo de bollería con fiambre.