Corazón de tinta es una película de aventuras, más bien orientada al público infantil pero que al adulto no le resultará del todo insustancial. Sin embargo, a mi se me hizo larga pues es demasiado previsible. Tiene todos los tópicos de este tipo de género: El héroe, el malo malísimo, el malo reconvertido a bueno, el personaje cómico… Creo que no le falta detalle.
Lo que si que hay que reconocerle a la película es que la estética no tiene que ver con las películas americanas. También hay que tener en cuenta que la película es inglesa, no americana, a pesar de que el personaje principal está interpretado por Brendan Fraser, en un papel que no es de los mejores de su carrera. De hecho, su interpretación contribuye un poco al tedio de la película, que no consigue enganchar en ningún momento, a pesar de lo bonito de sus decorados y de la aparición de personajes de cuentos y libros que todos hemos leído.
Por tanto, mi recomendación es que sólo la veáis si tenéis que entretener a niños de entre 7 y diez años. A ellos les encantará, sobre todo si les gusta leer. Es mas, yo creo que esta película fomentará el gusto por la lectura a mas de uno. En cierto modo podría llegar a recordar a la historia interminable, pero solamente en el punto en el que lo que el protagonista lee en voz alta se hace realidad. Hasta ahí llega toda similitud. Una pena, pues la película parece mucho mejor de lo que realmente resulta.