Hay casas rurales que no me terminan de convencer. Una de estas casas rurales es la Casa Parada de Francos en Santiago de Compostela.
A mí me gustan las casas rurales de verdad, no esta cosa intermedia. La casa es grande y está muy bien restaurada con la excepción de algunos pegotes de pintura rosa en la fachada de la casita trasera más un toldo que parece el del pub que hay en la calle donde vive mi suegra.
Nosotros estuvimos en una ocasión que había una fiesta organizada por la empresa en la que trabaja mi marido. habíamos reservado las ocho habitaciones de la casa. Yo no quedé muy contenta. No es que le faltaran comodidades, pero la decoración era de penita pena. En una habitación de casa antigua en la que se supone que vas a encontrar mobiliario de anticuario, te ponían unos tapabombillas que parecían comprados en los chinos.
Encima no te sale nada barata la estancia. Los desayunos no estaban incluidos. Nosotros nos quedamos un día a desayunar por cuatro euros por cabeza. Fue un desayuno normalito. Los otros dos días bajamos a Santiago. Desde Teo, donde está esta casa rural, hay sólo unos nueve kilómetros.
El jardín de la casa lo tienen muy cuidado. Es el sitio donde mejor te encuentras. Mucha naturaleza domesticada, muchos árboles grandes, mucha tranquilidad. Mi marido y sus compañeros fueron a un campo de golf que había en las inmediaciones. Yo preferí quedarme a leer en una salita que había con chimenea. Nuevamente tengo que hablar de la decoración estridente. La salita de la chimenea tenía las paredes pintadas de un amarillo oscuro que daba dolor de cabeza. A eso le sumabas unos sillones con orejeras verde botella y el resultado era hortera total.
A nosotros nos tocó el pequeño apartamento que hay en el bajo cubierta. Decían que era lo mejor de la casa. No sé yo. Teníamos dos habitaciones pero eran pequeñas y tuvimos que poner la cuna de Paula en la salita de estar. El cuarto de baño tampoco era gran cosa. Casi vale la pena coger una habitación doble con baño en la primera planta porque son habitaciones grandes.
Del restaurante no os puedo decir nada porque nosotros optamos por comer fuera.