El Hotel Mediterráneo en Benidorm nos resultó muy cómodo porque íbamos en la modalidad todo incluido. Por estar incluido hasta estaba la animación para las niñas.
Es un hotel perfecto para pasar unas vacaciones desenfrenadas en familia. Las niñas fueron las que mejor se lo pasaron. Yo no elegiría este hotel para unas vacaciones tranquilas poruqe suele estar muy concurrido, con mucha chavalería. La piscina, por ejemplo, era el paraíso de los niños. Bueno, puede decirse que todo el hotel estaba muy pensado para los pequeños de la casa porque no le faltaban parques infantiles y todo tipo de diversiones. La animación para los niños está muy cuidada.
Lo que no me gustó nada fue la decoración de nuestra habitación. Yo había pedido una habitación grande con una cama supletoria y una cuna. No esperaba que me metieran en un cuarto que más parecía la habitación de las niñas que nuestra habitación. Allí predominaba el amarillo por todas partes: en la colcha de la cama, en las paredes, las cortinas,...
La habitación era luminosa. De cama supletoria nos pusieron una especie de sofá cama muy cómodo.
Tampoco me gustó el televisor. Era antiguo. comprobamos que tenía canales para aburrir. En todo caso, poco tiempo pasamos mirando la tele. Las niñas no querían salir de la piscina y mi marido encontró su sitio preferido en el gimnasio del hotel.
Os recomiendo este hotel para unas vacaciones en un lugar de sol y playa con niños. Mis niñas se lo pasaron de cine el fin de semana largo que estuvimos alojados en el Hotel Mediterráneo.
De la comida no tengo queja. Mucha ensalada y comidita de verano. Como os decía, teníamos todo incluido: el desayuno tipo buffet, la comida, la cena, las bebidas. Las bebidas había que tomarlas en barra. En nuestra habitación teníamos una pequeña nevera por la que no nos cobraron extras. Por lo que sí cobraron fue por la caja de seguridad.
La habitación tenía hilo musical. Yo lo ponía para no oír tanto los ruidos de las habitaciones vecinas.
Este cuatro estrellas no es nada lujoso. Yo lo encontré muy corrientito. Había zonas más cuidadas como el comedor, por ejemplo, pero también había estancias comunes como la zona donde estaba el futbolín que parecían de bar de barrio.
Las piscinas del hotel no me gustaron demasiado pese al mucho tiempo que pasé en ellas porque Patricia se empeñó en que prefería la piscina a venir con nosotros a la Playa Levante que está a unos 900 metros del hotel. El hotel está ubicado en una zona residencial de Benidorm. Es una buena zona para ir con niños. A pocos metros había un par de parques temáticos.