Un exfoliante que ya no uso tanto como usaba es el Yves Rocher Exfoliante Suave con Semillas de Bambú. Dejé de usarlo tan frecuentemente porque empecé a notar que me dejaba la piel algo reseca tras su aplicación y cada vez tenía que aplicar más cantidad de crema hidratante.
No es un mal exfoliante. Lo notas suave cuando lo aplicas y tiene un aroma también suave muy agradable. Olor a bambú que le da el extracto de bambú que lleva en su composición. También tiene extracto de camomila y agua de aciano. De ahí que lo notes tan natural.
Yo me lo aplico una vez que retiro el maquillaje dándome un masaje con los dedos por toda la cara, evitando siempre el contorno de ojos. Espero unos minutos a que haga su efecto y lo retiro con abundante agua tibia. Lo tengo retirado con agua fría, pero te queda peor la piel, todavía más seca de lo que me la deja retirándolo con agua templada.
A mayores me aplico una generosa cantidad de crema hidratante para que no me quede sensación de piel seca.
¿El resultado? Una piel muy suave y muy limpia. El Yves Rocher Exfoliante Suave con Semillas de Bambú arrastra todas las suciedades de la piel, las células muertas y te deja los poros bien limpios.
Yo ahora lo estoy alternando con otros exfoliantes. Como mucho me lo aplico una vez por semana.
De precio es barato si lo compras con oferta. Sin descuento su precio es de 8,40 euros. Yo este último tubo que tengo lo he comprado a mitad de precio porque estaba de oferta.
El envase me gusta. Es uno de esos tubos que se aguantan sobre el tapón y que aprovechas muy bien hasta el final. Tiene el tapón blanco y lo que es el tubo es de color verde alegre.