Tengo un colchón Pikolin Perseo desde hace dos años y duermo, desde entonces, en el paraíso de los colchones. Mi colchón es de dos cuerpos y a veces lo utilizo para mí sola y otras veces lo comparto ☺ . En ambos casos, esta creación de Pikolin me procura un descanso como ningún otro colchón lo había hecho antes. Se trata de un colchón tipo viscoelástico y utiliza una tecnología conocida como Duosense, ideada por Pikolin. El logro de esta tecnología es la combinación de dos grandes descubrimientos, dentro del mundo del descanso: el látex y la tecnología Termofoam. El resultado es que todas las noches consigo descansar y recuperar las energías dejadas en los días largos y excesivamente activos. Cada mañana despierto sabiendo que el dinero que me costó adquirir el Pikolin Perseo está más que justificado. Un dinero del que, por cierto, no fue fácil desprenderse. Hace dos años, el Perseo me costó casi 700 euros y ponerlos uno encima del otro fue un paso muy difícil. No podía evitar que me entraran dudas e inseguridades. Si bien me permitieron tumbarme sobre el colchón de muestra que tenían en la tienda, también es cierto que esa prueba solo duró unos minutos. Con tan poco tiempo no se tiene muy claro si desembolsar 700 euros va a ser un buen negocio o el error del siglo. A estas alturas, dos años después, tengo claro que viene siendo no solo lo mejor del siglo sino de lo que va de milenio. Siempre se ha dicho que lo más importante para mejorar la calidad de vida es tener un colchón y un calzado cómodos, adecuados y de gran calidad. Es totalmente cierto. Desde que duermo en el Perseo de Pikolin, me levanto con mucha más energía y más ganas de afrontar el día a día.